Tres neonazis intentan quemar viva a una persona sin hogar

Los hechos se han producido en la entrada del gimnasio social Sant Pau en el barrio barcelonés del Raval | Google Street View
photo_camera Los hechos se han producido en la entrada del gimnasio social Sant Pau en el barrio barcelonés del Raval | Google Street View
Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para identificar a los tres jóvenes de estética neonazi que han rociado con gasolina a un hombre mientras dormía en la puerta de un gimnasio

Indignación en el barrio barcelonés del Raval tras la agresión de tres jóvenes de estética neonazi a un hombre sin hogar mientras dormía en la puerta del gimnasio social Sant Pau. Así lo ha comunicado la entidad histórica a través de su cuenta de Twitter. 

Los hechos han sucedido este miércoles mientras el hombre se encontraba descansando en la puerta del gimnasio, que ofrece acceso gratuito a sus instalaciones deportivas para colectivos vulnerables como mujeres que han sufrido violencia, jóvenes ex-tutelados, personas sin hogar o personas refugiadas. 

Ha sido precisamente uno de los trabajadores de la entidad, el vigilante de seguridad, el que ha presenciado el ataque. El vigilante, que esta mañana había llegado antes a su puesto de trabajo, esperaba a que abriese el establecimiento dentro de su coche. Ha sido entonces cuando ha visto cómo tres jóvenes de estética neonazi se han acercado al usuario y lo han comenzado a rociar con un líquido. Sin pensárselo dos veces, el trabajador ha salido del vehículo gritando y esto ha provocado la huida de los jóvenes por las callejuelas del barrio. La indignación del vigilante ha sido todavía mayor cuando se ha aproximado al hombre y ha comprobado que lo que le habían rociado era gasolina. 

"Solo quiero dormir tranquilo"

En un vídeo compartido en las redes sociales, la víctima ha explicado que es usuario habitual de las duchas de la entidad social. “No tengo dónde dormir, solo quiero dormir tranquilo cerca de las duchas”, ha explicado. “Ha sido el de seguridad quien a las ocho menos cuarto de la mañana ha empezado a gritar “parad, parad, parad” y se han ido de aquí”. “Me han tirado gasolina en la manta”, se ha lamentado, “la he tirado, estaba llena de gasolina”. 

Los Mossos d’Esquadra ya han abierto una investigación para identificar a los agresores de este despreciable acto que podría constituir un delito de odio.

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