El conocido ex representante de algunos de los mejores futbolistas del mundo, el turco Bayram Tutumlu, ha iniciado un enfrentamiento directo con la Policía Local de Roses (Girona), a raíz de un incidente ocurrido hace pocos días. Según Tutumlu, él y su hijo menor han sido objeto de maltrato policial y de una falsa denuncia. Tutumlu ha presentado un requerimiento oficial ante el consistorio de la localidad, al que ha tenido acceso eltaquigrafo.com, solicitando la investigación de los hechos y la apertura de un expediente disciplinario a varios agentes.
Un hombre sin uniforme le increpó
Según la versión de Bayram Tutumlu, que se recoge en el escrito presentado ante el ayuntamiento de Roses, los hechos ocurrieron el pasado 3 de julio, cuando Tutumlu circulaba por la localidad gerundense en su coche, un Ferrari, junto con su hijo menor de 8 años.
Tal y como se recoge en el documento, mientras estaba parado dentro del vehículo en medio del tráfico “ se acercó una persona que no se identificó a la ventanilla del copiloto, donde se encontraba el menor, y sin acreditarse, se dirigió a mí diciéndome : “crees que puedes hacer lo que te dé la gana por tener un Ferrari, cabrón!”. Según un relato, para evitar el enfrentamiento, Tutumlu reanudó la marcha con el coche y se fue.
Perseguido por un coche de la policía local
Pocos minutos después de este incidente, una patrulla de la policía local de Roses interceptó el coche del Tutumlu mientras circulaba por el centro del municipio, y con las luces de aviso encendidas le dio el alto y le hizo detenerse en una zona de alta concurrencia de gente, ocasionando un gran revuelo.
Cuando el conductor le preguntó a los agentes el motivo de la retención, volvió a aparecer la persona que anteriormente le había increpado, resultando ser el Jefe de la Policía Local de Roses, que según consta en el escrito presentado, de nuevo volvió a increpar a Tutumlu. Finalmente los agentes comunicaron al dueño del coche que había cometido una infracción de exceso de velocidad y que ese era el motivo de la retención. Sin embargo, finalmente los agentes dejaron ir a Tutumlu sin imponer sanción alguna.
Un tercer altercado
Sobre las 20.00h del mismo día, mientras Tutumlu se dirigía a cenar de nuevo en su coche acompañado por su hijo menor, otra patrulla de la Policía Local de Roses les volvió a dar el alto. En esta ocasión le solicitaron al conductor que se identificara y que explicara el motivo de su estancia en Roses. Mientras, el pequeño de ocho años sufrió un ataque de pánico y empezó a llorar de manera desconsolada, hasta el punto que una agente de la policía que les había dado el alto tuvo que ocuparse de calmar al niño.
En esta ocasión, sin embargo, sí se le impuso una sanción de tráfico por supuesta “conducción negligente”, todo ello después de haber instado a Tutumlu a someterse a una prueba de alcoholemia en la que dio 0,0 como resultado. La multa tuvo que ser abonada por el conductor en aquel mismo momento, pese a que aún siendo no residente en España, sí dispone de una dirección de notificaciones en Barcelona.
Solicitud de apertura de expediente disciplinario y guerra en las redes sociales
Tras estos hechos, el día 6 de julio Bayram Tutumlu presentó una queja oficial ante el consistorio de Roses y un requerimiento en el que solicitaba formalmente que se abriera una investigación sobre estos hechos, que para él son constitutivos de faltas graves recogidas en el art. 49 de la Ley 16/1991 de Policías Locales, que recoge los comportamientos clasificables como abuso de poder por parte de los agentes y las faltas de respeto cometidas contra las y los ciudadanos.
Por su parte, en el momento de la publicación de esta noticia, el Ayuntamiento de Roses dice no haber recibido aún el escrito del Tutumlu, ya que se envió por correo ordinario desde Barcelona el seis de julio.
Mientras, Bayran Tutumlu ha iniciado una ofensiva a través de sus redes sociales, para dar a conocer los hecho ocurridos, aludiendo directamente al alcalde de la localidad, Joan Plana, con tal de dar a conocer el caso y recabar apoyos en su reclamación, para lo que se ha valido incluso del testimonio de su propio hijo menor.