El Consorci Sanitari Integral (CSI) ha sufrido este viernes un ataque informático que ha afectado a todos sus centros asistenciales en Barcelona y el Baix Llobregat. La actividad sanitaria y la atención de pacientes se han mantenido, a excepción de aquellos trámites que requerían servicios informáticos. Los tres grandes hospitales afectados han sido el Moisès Broggi de Sant Joan Despí, el Dos de Maig de Barcelona y el Creu Roja de L’Hospitalet.
También han sufrido afectaciones diferentes ambulatorios y residencias, todos ellos pertenecientes al CSI. En concreto, los centros afectados son, además de los hospitales citados, los CAP Sagrada Família, Collblanc y la Torrassa, dos residencias de ancianos y centros especializados de Sant Feliu y Cornellà.
Ciberataque con rescate
La Generalitat ha informado este viernes al mediodía que el ciberataque ha sido del tipo ransomware, es decir, de aquellos en que un software maligno impide a los usuarios acceder al sistema y a los archivos porque los autores exigen pagar un rescate para poder recuperar los datos.
El ataque afecta principalmente a los dispositivos necesarios para realizar pruebas y visitas a especialistas, según ha adelantado El País. Fuentes de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat aseguran que se está trabajando para solucionar la incidencia lo antes posible. Tanto la Generalitat, como la agencia encargada de la ciberseguridad de las instituciones catalanas han activado "medidas de contención para mitigar y minimizar la afectación".
Trabajo sin ordenadores
Ante esta incidencia, los sanitarios han tenido que atender a los pacientes, tomando notas a mano o por contacto telefónico, sin poder acceder a historias clínicas si sin poder programar citas para visitas o pruebas diagnósticas, a las que tampoco pueden acceder... No se sabe hasta cuándo se alargará esta situación, ni cuántos pacientes se podrán ver perjudicados.
Ataques informáticos de este tipo los padecen cada vez más empresas y organismos públicos. Hace casi un año, por ejemplo, sufrió uno la Universitat Autònoma de Barcelona, un mes después otro los sistemas de información de la Generalitat de Catalunya y en febrero, el hospital Vall d'Hebron sufrió uno parcial.