Un grupo de hombres armados han asesinado este martes a un juez federal y a su esposa, en México. Las autoridades mexicanas han informado de sus muertes y las han condenado, pero tal y como ha adelantado El País, por el momento no han dado más detalles. El ataque, perpetrado con armas de fuego, habría ocurrido antes del mediodía, hora local, en su domicilio, en la capital del Estado de Colima, en la costa noroeste del país. El juez se llamaba Uriel Villegas y estaba adscrito al Centro de Justicia Penal Federal de la región.
Según el citado medio, hasta finales del pasado 2019, al menos un centenar de servidores de la Justicia Federal tenían algún tipo de protección, dada la amenaza existente sobre ellos. Varios de ellos viajaban con coches blindados, otros vivían con escoltas, incluso había quienes usaban prendas de protección personal, como el chaleco antibalas.
Momento de transición
El asesinato del juez ocurre, además, en un momento de transición en la Justicia Federal mexicana. En febrero, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, presentó una propuesta de reforma en el poder judicial, cuyo eje central, dijo, sería el combate al nepotismo y la corrupción. Mientras preparaba la propuesta, el presidente de la Corte argumentó que «la corrupción y el nepotismo se alimentan de la impunidad que por mucho tiempo las ha acompañado. Que quede claro que esto se acabó, que no toleraremos a servidores públicos que anteponen sus intereses personales a los de la Justicia».
México registra niveles altísimos de violencia desde hace más de una década. En el país se producen centenares de asesinatos cada año, sin que hasta ahora hayan funcionado las estrategias de los gobiernos de turno.
