La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de un joven chino, de 25 años, en la zona de ocio nocturno del Port Olímpic de Barcelona. La víctima ha sido golpeada por un grupo de personas a las puertas de la discoteca Zich de la ciudad y ha fallecido horas más tarde en el hospital, según ha adelantado El País.
Otro joven, también de origen chino, ha resultado herido leve tras la trifulca registrada pasadas las cuatro y media de la madrugada de este domingo, en el interior del local de ocio nocturno. Los dos jóvenes de origen chino han tenido una discusión con varias personas y el conflicto ha terminado en la puerta, donde han golpeado a uno de ellos brutalmente hasta dejarlo gravemente herido.
Buscan a un grupo de jóvenes rusos
La víctima ha ingresado en el hospital Clínic de Barcelona en muerte cerebral, según fuentes policiales, y posteriormente ha fallecido. Los Mossos buscan ahora a entre 4 y 5 personas de origen ruso, según ha informado la Cadena Ser. Las primeras informaciones apuntaban a que los presuntos autores eran originarios de Europa del Este, sin dar más detalles.
El 5º fallecido en un mes
En julio, cinco personas han fallecido de manera violenta en las calles de Barcelona. El día 6, un hombre falleció tiroteado en el barrio de Sarrià mientras cerraba la peluquería que regentaba su mujer. Días más tarde, el 11, otro hombre murió en una pelea delante de un locutorio en la que estaban implicados otro hombre y una mujer. Al día siguiente, un hombre de 36 años fue tiroteado en el barrio del Poblenou a manos de un individuo que se le acercó en un patinete eléctrico, en lo que parece un conflicto por tráfico de drogas. Este pasado jueves, otro hombre fue acuchillado en El Raval y falleció horas más tarde y esta madrugada ha sido el caso del joven chino a las puertas de una discoteca.
Estos casos evidencian la grave situación que se vive en las calles de la capital catalana, donde el crimen organizado, los robos, los hurtos y la violencia extrema parece haberse apoderado del lugar.
Hay quienes aprovechan para hacer negocio
Este repunte de criminalidad ha servido a algunos para hacer negocio y organizar estafas. Un hombre de 48 años, con antecedentes penales en Rumanía, ha sido detenido por la Policía Nacional en Barcelona donde se hacía pasar por expolicía para ofrecerse como escolta a grupos de turistas ante el aumento de la inseguridad en la capital catalana. Aprovechando el impacto de la criminalidad en la ciudad ofrecía sus servicios fraudulentos por 50 euros la hora.