Una brutal explosión de gas sacude Madrid

Imagen aérea del edificio en el que se ha producido la explosión, ubicado en la calle Toledo | CNP
photo_camera Imagen aérea del edificio en el que se ha producido la explosión, ubicado en la calle Toledo | CNP
Por el momento hay cuatro víctimas mortales confirmadas y diez heridos de diversa consideración. Los trabajos de desescombro y las labores de inspección y rescate se retomarán a primera hora de la mañana del jueves

Otro día difícil para Madrid. Al menos cuatro personas han perdido la vida tras una fuerte explosión en el número 98 de la calle Toledo. La estructura del edificio, del que solo ha quedado el esqueleto, ha resultado gravemente dañada y previsiblemente tendrá que ser demolido. El suceso se ha registrado pocos minutos antes de las 15:00 horas de la tarde de este miércoles cuando un estallido ha volado las cuatro plantas superiores de un inmueble, propiedad de la Iglesia, en el que vivían varios sacerdotes.  

Las primeras hipótesis, aunque todavía se desconoce la causa exacta, apuntan a un escape de gas. De hecho, en el momento en el que se produjo la brutal explosión, un operario se encontraba arreglando la caldera del edificio. La explosión se ha escuchado a varios kilómetros y la onda expansiva, que ha dañado los edificios colindantes, ha provocado la muerte de al menos cuatro personas, dos de ellas peatones, y diez heridos de diversa consideración. 

Al menos tres fallecidos

Según los primeros datos confirmados por la Delegación del Gobierno en la capital, dos de los fallecidos serían peatones que se encontraban en ese momento paseando por los bajos del edificio afectado. Y, aunque en un primer momento se había reconocido a una mujer de 85 años como una de las víctimas mortales, los cuatro fallecidos son varones. La Archidiócesis de Madrid ha identificado al tercer fallecido como un laico llamado David Santos Muñoz, electricista, que "había ido a echar una mano". Tenía 35 años, cuatro hijos y era feligrés de la iglesia de La Paloma. En un primer momento se habría creído desaparecido, pero horas más tarde se ha confirmado como la tercera víctima mortal. La cuarta víctima mortal, por otro lado, sería el sacerdote, de 55 años, que fue trasladado de urgencia a La Paz con un grave traumatismo torácico y una fractura de pierna.

Se habla también de diez heridos de diversa consideración. El Samur-Protección Civil ha trasladado hasta el Hospital Ramón y Cajal a una mujer con crisis de ansiedad y a un varón con un traumatismo craneoencefálico leve.

Desalojados una residencia y un colegio

Como consecuencia de la explosión, la residencia de ancianos Los Nogales La Paloma y el colegio La Salle La Paloma, ambos ubicados en las inmediaciones del edificio afectado, han tenido que ser desalojados con carácter urgente. De hecho, la violenta explosión del inmueble ha hecho volar decenas de cascotes hasta el patio del colegio que, por suerte, se encontraba vacío. La nieve, que todavía se acumula en las calles de Madrid, ha evitado una tragedia mayor. Aunque hoy los alumnos han vuelto a las clases tras el paso de la borrasca Filomena por la capital, el hielo ha impedido que a esa hora los niños estuviesen jugando en el patio como suelen hacer habitualmente. 

Los alumnos del Colegio La Salle, han salido todos ilesos y solo un menor ha necesitado puntos de sutura al haberse hecho una brecha como consecuencia de la onda expansiva. Han sido evacuados y recogidos por sus padres escasos minutos después de producirse el estallido. En este sentido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha explicado que "el patio [del colegio] está lleno de escombros, lo que podría haber sido una tragedia gigantesca. Las imágenes del patio son las mismas que las de la calle". Según la última hora, los alumnos no volverán a las aulas hasta, previsiblemente, la semana que viene.

En cuanto a los cerca de 70 internos de la residencia de mayores Los Nogales La Paloma han sido desalojados sin incidentes y, tras unas horas resguardados en el hall de un hotel colindante, todo ellos ya han sido trasladados a dos centros geriátricos cercanos: la residencia el Imperial y a los Pontones, que pertenecen al mismo grupo. Esta decisión ha sido tomada como consecuencia de la advertencia de los bomberos, quienes consideran que es peligroso volver al edificio hasta que no se haya inspeccionado por completo. La directora Médica del Grupo Los Nogales, Carmela Mañas, ha confirmado que los residentes se encuentran en buen estado, aunque ha manifestado que en un primer momento "estaban muy nerviosos porque ha sido una explosión muy fuerte". 

Los residentes del centro de mayores han esperado en el hall de un hotel cercano a ser reubicados en otros geriátricos | Twitter

Las labores de extinción se han prolongado horas

Del mismo modo, los edificios residenciales más cercanos han sido desalojados debido a los destrozos materiales que ha provocado la onda expansiva y al miedo de que se produjese una segunda explosión debido a un embolsamiento de gas. Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han trabajado hasta última hora de esta tarde en la extinción de las llamas para proceder a las labores de inspección del inmueble y alrededores. Los bomberos se han dedicado a refrigerar, enfriar y reconocer la sala de calderas. A última hora de este miércoles la zona ya estaba bastante más despejada y los servicios de emergencias han suspendido sus trabajos hasta este jueves por la mañana, que pueda haber luz. A primera hora se procederá a desmontar, de forma controlada, las plantas superiores del edificio de la calle Toledo, así como a la limpieza de la zona.

Debido al estado de la estructura, que podría colapsar, será la Unidad Canina de la Policía Nacional la que accederá al interior del edificio para localizar a posibles víctimas. Aunque, a priori, de acuerdo con los datos del Arzobispado, los otros dos sacerdotes que se alojaban en las dependencias se encuentran bien. La Policía ha establecido un perímetro de seguridad desde primera hora de la tarde, para evitar daños mayores, y desde el SAMUR se han montado varios puestos sanitarios avanzados donde han atendido a vecinos con ansiedad y, al menos, a dos agentes que han resultado heridos leves. 

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