El pasado lunes, 13 de enero, una madre acabó con la vida de su hijo tetrapléjico, en Ourense. Lo hizo con metadona. Después, ella se quitó la vida.
La mujer, de 66 años, fue a ver a su hijo —como hacía normalmente— a la residencia de Barrocás, donde él estaba interno. El hombre había sufrido un accidente de tráfico hace años.
Allí mismo, le suministró el fármaco. Cuando la madre se marchó, el personal del centro detectó que el hombre, de 45 años, respiraba de forma anormal y presentaba insuficiencia respiratoria. Desde la residencia, lo trasladaron al Hospital de Ourense, donde murió al día siguiente. La autopsia detectó metadona en sangre.
Pudo matarlo por pena o compasión
El lunes, la mujer se quitó la vida con un cóctel mortal: pastillas y heroína. Lo hizo en su domicilio, donde dejó una nota de despedida.
Ambos fallecieron el mismo día. El hermano del joven muerto era consumidor y echó en falta la heroína. El caso lo asumió la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la comisaría de As Burgas.
Ahora, la investigación se centra en dilucidar cómo y por qué ocurrieron los hechos. Aun así, el suceso no tendrá más recorrido en la vía judicial, porque la responsabilidad penal se extingue con el fallecimiento del autor. Además, fuentes del caso no descartan un homicidio por pena o compasión.