Lejos de erradicarse, la violencia de género, en todas sus facetas, ha sacudido fuerte la ciudad de Madrid este fin de semana. Dos historias paralelas de violencia machista han salido a la luz este lunes, demostrando que esta lacra sigue estando muy presente en nuestra sociedad. Una mujer secuestrada durante dos años por su marido y una joven violada por 17 chicos son las representación viva de ello.
Sobre el caso de la mujer en cautiverio, la Policía Nacional liberó el domingo a una joven bangladesí, de 23 años, cuyo marido mantuvo encerrada durante dos años en el domicilio que compartían en Madrid y que ha sido detenido como presunto autor de los delitos de detención ilegal y malos tratos. Fue un amigo de la víctima, desde Alicante, quien avisó durante la tarde del domingo a los servicios de emergencia que la mujer, de nacionalidad bangladesí, era víctima de violencia de género desde hacía tiempo, según han informado este lunes fuentes policiales.
Hasta el domicilio se desplazaron agentes de Policía Nacional, quienes se entrevistaron con la joven que les dijo que llevaba dos años sin salir del domicilio y que cuando su pareja se iba a trabajar la dejaba encerrada bajo llave.
Violada en un parque por 17 jóvenes
Los hechos pasaron el sábado hacia las 22:30 en el parque del Oeste de Madrid. Todo empezó cuando la chica, que estaba en el lugar de los hechos con sus amigos, se subió en un banco y se puso a bailar. Fue en este momento cuando un grupo de 17 jóvenes de entre 14 y 21 años, se acercaron a la chica acosándola y tocándole las piernas, el culo y el pecho sin su consentimiento.
La menor de 16 años se quedó completamente bloqueada y se encogió mientras los hombres, a pesar de ver que cómo de incómoda estaba, seguían abusando sexualmente de ella. Por si fuese poco, sus agresores le robaron el móvil. Los amigos de la víctima avisaron a la Policía Nacional e, inmediatamente, se desplazaron hasta el lugar de los hechos e identificaron a los 17 agresores, que eran conocidos de la víctima y de sus amigos.
Así pues, los diecisiete jóvenes están imputados por un delito de abuso sexual, uno de ellos también está denunciado por robar el móvil a la víctima y dos de ellos por resistencia a la autoridad.