En Lleida, la ciudad natal de Pablo Hásel, también se han registrado algunas de las escenas más graves de esta semana de protestas contra el encarcelamiento del rapero. Lanzamiento de objetos contundentes contra el cordón policial, barricadas ardiendo, motocicletas quemadas, destrozos en el mobiliario urbano y, posiblemente el caso más alarmante: el asalto a dos agentes de la Guardia Urbana de Lleida que patrullaban el centro de la ciudad en moto.
Dos agentes abatidos en Lleida
Los dos agentes, como se ve en las imágenes a las que ha tenido acceso eltaquigrafo.com, iban circulando por la avenida de Madrid, por la parte trasera de la Paeria (el ayuntamiento), cuando un grupo de jóvenes, en actitud extremadamente violenta, empezó a lanzarles piedras. Incluso, hubo algún que otro valiente que se atrevió a acercarse tanto hasta el vehículo policial que consiguió darle con el pie en plena trayectoria. Uno de los agentes cayó al suelo, mientras que parte de los presentes procedía a destrozar y quemar la moto. Y como ésta otras dos. En total tres motocicletas policiales quedaron en pedazos. Los agentes tuvieron que huir del lugar como pudieron, amparados por otro grupo de presentes que trataba de poner paz.
En las imágenes también se puede observar como entre contenedores ardiendo, motocicletas destrozadas y una lluvia de piedras sobresale un joven que se sube a un poste, de lo que parece un radar, con el objetivo de reventarlo sin compasión. Armados con bates o palos de hierro, todo era válido a la hora de encararse con la Policía, que respondió con cargas y balas de foam.
Persistentes, pero cada vez menos violentos
La batalla campal contra los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Lleida se ha prolongado toda la semana, aunque a diferencia de lo que ha ocurrido en Barcelona, los disturbios fueron des crescendo en intensidad y agresividad. Si el primer día, jornada en la que se obtuvieron estas imágenes, los detenidos en la Capital del Segrià fueron 14, todo ellos por los presuntos delitos de desórdenes públicos, daños, atentado y lesiones; durante la jornada de este sábado las detenciones se limitaron a una única persona.
Durante la última jornada de protestas, la de este sábado, los manifestantes salieron de Ricard Viñes y finalizaron frente a la subdelegación del Gobierno. Tras acabar el acto hubo lanzamientos de piedras contra la policía y otros incidentes, con un herido y un detenido, pero sin la virulencia de las jornadas anteriores.