Primero fue en Mataró, la semana pasada en Premià de Mar y este domingo en Santa Coloma de Gramanet, todas, poblaciones de Barcelona. Los vecinos no pueden más, están hartos de que este grupo de jóvenes, la mayoría de ellos extutelados por la Generalitat, campe a sus anchas, cometiendo robos con violencia y otros delitos por allá donde pasa. Tras el incidente en el piso okupado de Premià, este domingo, un grupo de vecinos de Santa Coloma agredió a un joven inmigrante que, escasos minutos antes, había robado una cadena de oro a una señora mayor, a plena luz del día.
Los vecinos que estaban en el lugar de los hechos, tras presenciar la escena, corrieron a retenerlo a la espera de que llegaran los efectivos de los Mossos d’Esquadra para proceder a su detención. Mientras, la víctima, una señora de 82 años que estaba sentada en la terraza de un bar junto con su marido, tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario al haber sufrido varias heridas tras el tirón. La mujer fue dada de alta ayer mismo.
Según ha publicado @BCNHelpers en Twitter, el joven ladrón no ha presentado denuncia tras la agresión.
Incidente en Badalona
Las imágenes de este enfrentamiento llegan tan solo 24 horas después de que, en Badalona, ciudad vecina de Santa Coloma de Gramenet, un hombre de mediana edad se precipitara por unas escaleras, resultando herido de gravedad, tras ser atracado por otro joven inmigrante, de nacionalidad marroquí, en el barrio de Llefià. La caída fue consecuencia del tirón que el hombre recibió del joven ladrón que, como en el caso de Santa Coloma, también pudo ser retenido por los testigos hasta que fue detenido. En ambos casos, los vecinos optaron por reducirles a golpes. La crispación es una realidad en muchas ciudades del área metropolitana de Barcelona, que planean manifestarse para recibir soluciones a esta problemática de seguridad ciudadana.
