[Vídeo] Aparece muerto en su celda el Hannibal Lecter de las cárceles españolas

Anthony Hopkins interpretó a Hannibal Lecter en "El silencio de los corderos"
photo_camera Anthony Hopkins interpretó a Hannibal Lecter en "El silencio de los corderos"
Fabrizio Joao Silva, que había sido condenado por asesinar a su novia y matar a golpes a un preso de la cárcel, ha aparecido muerto en el baño, sin indicios de suicidio.

Frabrizio Joao Silva Ribeiro, uno de los presos más peligrosos en cárceles

españolas y conocido como Hannibal Lecter, ha sido hallado muerto en su

celda de la cárcel de A Lama (Pontevedra), según informaron este miércoles fuentes

penitenciarias. Con un historial delictivo estremecedor, Silva acumulaba varias

penas por asesinato, violación e intento de asesinato a compañeros de prisión y

funcionarios.

Dada

su peligrosidad, este interno, natural de Guinea Bissau, estaba sólo en

una galería, donde únicamente él ocupaba una de las celdas y en aislamiento.

Silva pasaba 22 horas al día en su celda de doble puerta y diez metros

cuadrados y cuando salía de ella, lo hacía esposado.

Condenado por asesinar a su mujer y por matar dentro de la cárcel a patadas a otro preso, Silva tenía pendiente una causa por una brutal agresión a funcionarios en la prisión de Puerto III, en El Puerto de Santa María (Cádiz). Las imágenes de este último suceso fueron difundidas por algunas cadenas de televisión y se podía apreciaban la agresividad del interno.

Silva pasó por diferentes prisiones, como se hace habitualmente con este tipo de presos peligrosos debido a los incidentes que protagonizan, y desde enero estaba ingresado en A Lama.

Huelga de hambre

No

hace mucho remitió una carta a la dirección de la cárcel para advertir que

desobedecería a los funcionarios y, hace ocho días, comenzó una huelga de

hambre que este miércoles había abandonado. Las fuentes han precisado que Silva estuvo

controlado por los servicios médicos, que no detectaron ningún

problema de salud, y al encontrar su cuerpo, su peso reflejó 107 kilos.

A falta de la autopsia, no se ha observado ningún indicio de posible suicidio. El preso ha aparecido muerto en el baño de la celda, en el suelo y con una herida en la cara, al parecer, debido al golpe que se dio al caer. Hasta 2047 no hubiera salido de la cárcel.

Sádico y violento

Su

aspecto físico, 1,80 cm y 120 kilos, imponía respeto y su historial delictivo

estremecía. En 2004 entró en prisión con una pena de 22 años por matar a su

novia en Bilbao, asestándole 25 puñaladas y, después, violarla.

Diez

años más tarde, en la cárcel de Córdoba, acabó con la vida de otro

preso en un baño, por lo que sumó otros 18 años de condena. Tras este

suceso, fue trasladado a la prisión gaditana Puerto III, donde trató de

asesinar a cinco funcionarios durante un registro de su celda; fue entonces

cuando lo llevaron hasta el centro penitenciario gallego.

Silva

estaba calificado como preso de primer grado, el régimen más

restrictivo del sistema penitenciario español. Por su condición violenta, sólo

podía salir al patio sin compañía y tenía casi completamente restringida la

comunicación con terceras personas.

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