A punto de cumplirse el primer aniversario de la irrupción del COVID-19, las restricciones empiezan a hacer mella en los ánimos de la población. El último incidente ha ocurrido en un bar de Chattanooga (Tennessee, Estados Unidos) donde una vigilante de seguridad ha enganchado por el pelo a una mujer y la ha arrastrado varios metros por el suelo ante la estupefacción de los demás clientes.
El motivo de esta agresión, injustificada en cualquier caso, se debe, según la vigilante, a la negativa de la mujer a ponerse la mascarilla dentro del establecimiento. Sin embargo, la víctima ha contado su propia versión en las redes sociales y dista mucho del discurso de la empleada de seguridad. Según ella, se encontraba tomando una cerveza con sus amigos cuando la presunta agresora se le acercó y le pidió que se subiese la mascarilla. La clienta cuestionó la petición de la empleada porque se estaba tomando la consumición. Acto seguido, la vigilante de seguridad adoptó, presuntamente, una actitud violenta y la empujó.
La víctima ha relatado a través de su cuenta personal de Instagram que la guardia de seguridad la agarró por el pelo para “arrastrarla como un animal”. A continuación le propinó patadas y golpes en la cara y en la cabeza. También reconoce que ella le golpeaba mientras tanto los tobillos por miedo a que la arrojase por las escaleras del local.
La víctima solicita ayuda
Aunque la víctima se ha dirigido al establecimiento para pedir las grabaciones de seguridad, la empresa se niega a facilitárselas hasta que presente una citación judicial. Además, añade que la vigilante, de nombre Linda, es también la dueña de la empresa de seguridad que ofrece servicio al establecimiento. "Mi amigo me levantó y me sacó del bar. Debería haber llamado a la Policía, pero estaba humillada e histérica y solo quería irme a casa. ¿Alguien puede ayudarme?, ¡nadie merece ser tratado de esa manera!", se lamenta desesperada en la mujer, que pide que se haga justicia.
Sin embargo, algunos medios locales que han contactado con fuentes cercanas al Departamento de Policía de Chattanooga, indican que la versión que ha ofrecido la víctima a través de las redes sociales podría no ser del todo cierta. Aunque cualquier agresión es injustificable, al parecer, la vigilante le solicitó en reiteradas ocasiones que se pusiera la mascarilla y, ante su negativa, la trabajadora perdió los nervios y la expulsó “a la fuerza”.