A un año del inicio de la pandemia todavía hay quien parece no haber comprendido las normas higiénico-sanitarias de obligatorio cumplimiento para la contención del COVID-19. La última escena bochornosa se filmó durante la tarde del domingo en las inmediaciones del Hospital Clínico de Salamanca, en Castilla y León.
Según los testigos, que grabaron las imágenes que se han viralizado en las redes sociales, dos jóvenes pretendían acceder al interior del recinto hospitalario sin la mascarilla puesta. Al acercarse a la entrada del centro médico, los vigilantes les recordaron la obligatoriedad de llevar el tapabocas en todo momento. Ante la negativa de colocarse correctamente la mascarilla, los empleados de seguridad les prohibieron el paso. Fue en ese momento cuando se inició una agresión por parte de los jóvenes hacia los trabajadores del centro.
El vídeo se ha viralizado
En el vídeo publicado por El Mundo se puede ver a los dos vigilantes de seguridad interceptando a los jóvenes en el parking e impidiéndoles que continúen avanzando hacia el centro hospitalario. Los chicos, fuera de sí, se encaran con los guardias de seguridad y les profieren insultos y amenazas. “¡Que te paso por encima!”, grita uno de los agresores antes de abofetear a uno de los guardias. “¡Te meto un puñalón!” amenaza al otro vigilante antes de derribarlo sobre el asfalto e intentar arrebatarle la porra. “¡Que te quito la vida!”, continúa entre empujones e insultos.
La actitud de ambos trabajadores es prácticamente impasible en todo momento, quizás por temor a recibir una denuncia por agresión, una maniobra común tras este tipo de episodios. Los dos intentan contener a los jóvenes y zafarse de ellos sin recurrir a la violencia. Tan solo en el instante en el que uno de los chavales amenaza con hacerse con la porra, tirada sobre el suelo del aparcamiento, el vigilante le propina un golpe para impedírselo.
Las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha condenado este injustificable episodio de violencia. “Todos los trabajadores de los centros sanitarios de Castilla y León, sea cual sea su función, se dedican en cuerpo y alma a cuidar de nuestra salud y merecen el máximo respeto y consideración. Mi más enérgica condena ante esta agresión y solidaridad con los vigilantes agredidos”, ha denunciado el popular a través de su cuenta oficial de Twitter.
Semana Santa de aglomeraciones y fiesta ilegales
La agresión se produce en un fin de semana especialmente complicado para las fuerzas de seguridad. Los más jóvenes han aprovechado los últimos días de las vacaciones de Semana Santa para reunirse clandestinamente en domicilios, bares y lugares públicos, incumpliendo las medidas sanitarias.
Solo en Madrid, durante la última semana, la Policía Municipal ha puesto más de 4.500 denuncias por aglomeraciones tras el toque de queda en la vía pública, 1.980 sanciones por no usar la mascarilla y 1.736 por consumo de alcohol en la calle. En Cataluña, aunque con medidas más estrictas que en la capital, también se han vivido episodios de tensión. Allí se han cursado más de 1.700 denuncias por saltarse el toque de queda nocturno y se han abierto expedientes sancionadores a 80 establecimientos. La fiesta ilegal más multitudinaria ha tenido lugar en Calella de Palafrugell (Girona) donde más de 400 jóvenes se congregaron durante la tarde del domingo en un botellón que se destapó cuando uno de los asistentes solicitó los servicios del Servicio de Emergencias Sanitarias. Aunque la celebración ilegal fue desalojada, los presentes no fueron sancionados.