Este miércoles los investigadores de la Guardia Civil han vuelto a bajar al pozo en el que la semana pasada fue hallado el cadáver de Wafaa Sebbah, la joven de 19 años desaparecida en Carcaixent (Valencia) en 2019.
Las unidades del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y los buzos de la Benemérita han descendido varios metros en este pozo, de gran profundidad, en busca de nuevos indicios que aportar a la causa judicial. En concreto, los especialistas se han centrado en recuperar la ropa de Wafaa de entre el lodo. El análisis de las prendas que llevaba cuando fue asesinada podría ayudar a esclarecer si fue víctima de una agresión sexual.
Los investigadores intuyen que el asesino confeso, David S.O., violó a la chica antes de asesinarla. Lo creen porque el cuerpo de Wafaa apareció semidesnudo y con las ropas cortadas, sin que se hayan podido recuperar algunas de las prendas hasta el momento. Además, el hecho de que la víctima estuviera maniatada, refuerza esta hipótesis. Pero las teorías no son suficientes, necesitan pruebas sobre las que sustentarlas. Por eso, los efectivos del instituto armado, ayudados del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM), han decidido proceder al drenaje del pozo para no dejar ningún resquicio sin examinar.
En esta ocasión el acusado, que se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza en el Centro penitenciario de Picassent (Valencia), no ha acompañado a los agentes durante este nuevo registro. Precisamente, se encuentra aislado, cumpliendo cuarentena, tal y como marca el protocolo sanitario obligatorio para evitar contagios de COVID-19 dentro de prisión.
Intentó asesinar a otra de sus exparejas
David S.O. confesó el crimen tras ser detenido como principal sospechoso de la desaparición de Wafaa Sebbah. Lo hizo después de derrumbarse durante una conversación con su madre. Sin embargo, este momento de vulnerabilidad no refleja la verdadera personalidad del detenido. Se trata de un individuo violento y con un amplio historial delincuencial. Aunque sobre él pesan diversos antecedentes penales, los que llevaron a los agentes hasta él fueron, precisamente, aquellos que acarrea relacionados con la violencia de género. De hecho, en el momento de su detención, el sospechoso ya figuraba en el Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género (VioGen) y llevaba un brazalete telemático después de que en 2020 cumpliera condena por intentar matar a su expareja, de la que tenía una orden de alejamiento, asfixiándola.
Fue precisamente de esta forma, tal y como ha confirmado la autopsia, como el presunto asesino acabó con la vida de Wafaa Sebbah. El examen forense ha revelado que la chica fue asfixiada y que, además, recibió varios disparos de perdigones a quemarropa que, aunque no fueron mortales, dan muestra del ensañamiento en este nuevo terrible crimen machista.