Ya son tres las víctimas mortales derivadas de la explosión en una planta química de Tarragona. La Generalitat ha confirmado el fallecimiento de uno de los trabajadores que estaba ingresado en el hospital Vall d'Hebron en estado crítico, y que se suma al empleado hallado este miércoles por los bomberos entre los escombros y a un vecino de la zona que recibió el impacto de un proyectil en su casa.
Varias dotaciones de los Bombers de la Generalitat continúan en el complejo petroquímico de Tarragona, este miércoles, remojando la industria siniestrada, una planta de la empresa IQOXE. Durante toda la noche, los efectivos han trabajado en las instalaciones, ubicadas en La Canonja, junto a la N-340, para refrescar el exterior del tanque de óxido de etileno donde tuvo lugar el incendio. El conseller de Interior, Miquel Buch, ha informado que el proceso de extinción «evoluciona favorablemente».
La explosión, que se produjo cerca de las 18.40 horas del martes, pudo oírse a varios kilómetros a la redonda, y causó heridas a ocho trabajadores de la empresa química, dos de los cuales fueron evacuados al hospital del Vall d'Hebron de Barcelona. Uno de ellos ha fallecido este miércoles. Los otros fallecidos son el jefe de planta desaparecido tras la explosión y un vecino de Tarragona, en cuya vivienda impactó un proyectil que salió disparado.
Los bomberos retiran el cadáver
Este mediodía, el jefe del operativo, Albert Ventosa, ha explicado en declaraciones a los periodistas, que ya han conseguido asegurar la estructura para garantizar la seguridad de los bomberos que trabajan en la recuperación del cuerpo hallado entre las ruinas de la empresa. Ventosa ha alertado de que será una operación que puede alargarse horas «en la medida de la complejidad técnica que supone acceder en condiciones de seguridad».
A primera hora de la mañana, los Bombers de la Generalitat han encontrado muerto al trabajador de la empresa Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE), la antigua IQA, situada en el polígono petroquímico Sur, de Tarragona. Se trata del jefe de turno de la planta, en la que, en el momento de la deflagración, trabajaban alrededor de 25 personas, de las 120 con que cuenta la plantilla.
Por su lado, los Mossos d'Esquadra están restringiendo, por el momento, el acceso a sus puestos a los trabajadores de las empresas colindantes, mientras el Grupo de Estructuras Colapsadas y el Grupo Canino de Rescate trabajan también en la industria.
Un muerto por una plancha que salió disparada
El otro fallecido era un vecino que se encontraba en su casa, a más de dos kilómetros de la planta. La explosión provocó que una plancha de hierro de una tonelada de peso saliera disparada y causara el derrumbe parcial de su edificio de cinco plantas, en el barrio de Torreforta, lo que acabó causándole la muerte. Al parecer, una plancha metálica salió disparada tras la explosión e irrumpió en un piso a dos kilómetros de la planta petroquímica. La plancha entró por las ventanas del tercer piso y derrumbó el techo del segundo, cayendo encima de la víctima. Algunos de los vecinos del edificio afectado tuvieron que abandonar sus viviendas hasta que Bombers asegurara la seguridad de la infraestructura.
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha explicado este miércoles a EFE este «casi inverosímil» suceso se manjera como la «hipótesis más probable» que los técnicos han sugerido para conocer la causa de la muerte de Sergio Millán, de 59 años, el vecino que falleció en su casa.
El alcalde ha puntualizado que la chapa, cuyas dimensiones son de 122x165x3 cm, tal como han informado los Mossos, voló «en línea recta» unos tres kilómetros para «entrar por la ventana», al parecer abierta en el momento de la explosión en la fábrica, del piso tercero del inmueble ubicado en el número 7 de la plaza García Lorca de Tarragona.
La fuerza y la velocidad de la chapa hizo caer el suelo de parte de ese piso y el techo de la vivienda ubicada debajo para, finalmente, causar la muerte al propietario de esta casa.