Los Mossos d’Esquadra han identificado y detenido a un tercer ultra de extrema derecha, sospechoso de participar en la paliza que, al menos entre una docena, propiciaron a un joven la noche del jueves de la semana pasada, en el centro de Barcelona. La tercera detención se produce cinco días después de las dos primeras, que se llevaron a cabo unas horas después de que se produjera el ataque.
La paliza fue grabada por varios testigos y se hizo viral en las redes sociales, dichas imágenes han servido a los Mossos para tratar de identificar a los autores de la agresión y, así, poder proceder a su detención.
Investigación abierta
La agresión tuvo lugar entre las calles Balmes y Rosselló, cuando varios ultras se abalanzaron contra el joven, de 23 años. El agredido sufrió impactos en la cara y fue atendido por los servicios de emergencias.
Los dos primeros detenidos tienen 20 y 24 años, y permanecen imputados, al igual que el tercero, por un delito de lesiones. No se descarta que, en el curso del procedimiento judicial, se valore el agravante de agresión por motivos ideológicos. La investigación permanece abierta para localizar a los otros siete agresores que atacaron al manifestante, que recibió puñetazos, patadas y golpes con varios objetos contundentes.
Fueron a «cazar independentistas»
El ataque, ocurrido en la confluencia de las calles Balmes y Roselló de Barcelona, fue perpetrado por un grupo de extrema derecha que se concentró en la plaza Artós y, posteriormente, se trasladó al Eixample con la consigna de «cazar» independentistas. Justamente, en los Jardinets de Gràcia se acababa de desconvocar una manifestación convocada por los CDR, en el marco de las protestas contra la sentencia.
El agredido, por otro lado, fue socorrido en un primer momento por otros jóvenes independentistas que pasaban por la zona y que consiguieron apartar a los agresores, que formaban parte del grupo de extrema derecha y, luego, fue atendido por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM).
Noche de máxima tensión
A los altercados que ya llevaban tres noches sucediéndose en Barcelona y el resto de Catalunya, protagonizados principalmente por la tensión entre cuerpos policiales y manifestantes, la noche del jueves quedó desbordada por los enfrentamientos entre los grupos contrarios.
Las imágenes de la agresión provocaron la indignación y una utilización política en Catalunya, si bien los Mossos iniciaron las investigaciones necesarias para identificar a los responsables. Esta agresión fue una de las consecuencias de la situación de peligro que se vivió esa noche con dos manifestaciones de signo completamente contrario que podía haber acabado con una nueva batalla campal. De hecho, al rato, se registró una agresión en sentido contrario que también se está investigando.