¿Alba o Júlia? La historia de una joven con dos caras, un asesinato y una estafa

La vista se celebrará en la Audiencia de Barcelona  /  Archivo
photo_camera El juicio se celebrará en la Audiencia de Barcelona / Archivo
Alba A. creó el personaje de Júlia, engañó a su amigo enfermo para que matara a el padre de él y tramó una rocambolesca historia de mafias y trata de blancas para engañar a su amigo y hacerse con el dinero de su familia

El próximo miércoles 28 de septiembre, Alba A. se sentará ante el Tribunal de Jurado de la Audiencia de Barcelona, acusada de inducir a un amigo suyo, enfermo de esquizofrenia, Ismael M., a matar al padre de él a cambio de dinero. Los hechos, que sucedieron en Vilanova y la Geltrú (Barcelona), se remontan al mes de junio de 2019, cuando la acusada tan solo tenía 19 años.

Según el relato de la Fiscalía, fue la joven quien presuntamente orquestó el macabro plan, aprovechándose de la enfermedad que padece Ismael M. El objetivo, según el escrito de acusación, no era otro que el de hacerse con el dinero de la familia de la víctima. Para ella, tanto el Ministerio Público, como la acusación particular – ejercida por la madre y la hermana de Ismael M., esposa e hija de la víctima – solicitan una pena de 34 años de prisión. Para él, el fiscal reclama su ingreso en un centro psiquiátrico.

La joven alimentó la esquizofrenia paranoide de Ismael

La noche de autos se sitúa en el 8 de junio de 2019. Sin embargo, según el escrito de la Fiscalía, el plan de Alba se inició semanas atrás. La acusada, en ese momento, era novia del mejor amigo de Ismael y, por lo tanto, lo conocía bien, siendo plenamente consciente de su enfermedad. Valiéndose de esta premisa, la joven se inventó un personaje ficticio llamado “Júlia” e hizo ver que se había enamorado de Ismael. “Júlia” e Ismael hablaban constantemente por redes sociales, pero, obviamente, nunca llegaron a verse en persona.

En paralelo, Alba (siendo Alba) le hizo creer a su pareja y a Ismael M. que "formaba parte de un grupo secreto que colaboraba con los Mossos d'Esquadra en la investigación y ayuda a las víctimas de delitos de trata de personas" y les ofreció formar parte de este falso grupo. Para hacerles creer esta historia, utilizó al personaje ficticio de “Júlia”, a la que "convirtió en una especie de líder del grupo de colaboración policial", y creó otras identidades en internet para reforzar el engaño.

En este contexto, la Fiscalía considera que Alba A. alimentaba conscientemente la esquizofrenia paranoide que sufre Ismael M., quien “estaba cada vez más alejado de la realidad y de su entorno social”.

Consiguió 7.495 euros a base de engaños

Mientras el tiempo pasaba, la supuesta “Júlia” pedía dinero a Ismael, justificándolo con las necesidades que tenía el grupo policial del cual formaban parte. Ismael, a la vez, pedía el dinero a sus padres, hasta que un día se hartaron y le dijeron que no le darían más dinero. Hasta entonces, Alba. A., detrás del personaje de “Júlia”, se hizo con un total de 7.495 euros de los padres de Ismael M. a costa de estos engaños.

Le dio instrucciones de cómo matarlo y cómo deshacer las pruebas

La Fiscalía sostiene que, ante la negativa de los padres de Ismael la joven se sirvió del trastorno mental que padecía el chico para inducirlo a matar al padre de él. Para convencerlo le hizo creer que su padre “tenía conexiones con la mafia” y que su vida y la de su familia estaba en peligro si no lo mataba y le entregaba 20.000 euros.

Así es como la noche del 8 de junio, y tras una llamada de “Júlia”, el joven se armó con una navaja, se dirigió a la habitación de su padre y le asentó varios navajazos por el cuello y el pecho. Murió en el acto, a causa de las heridas. A continuación, Ismael M. incendió su casa con productos de limpieza inflamables para deshacerse de las pruebas.

La versión de la joven

Por su lado, la defensa de la chica asegura que ella “jamás supo ni tuvo la oportunidad de saber” cuál era el estado mental del autor del crimen. Niega también que ella trazara un plan para conseguir un beneficio económico de la familia.  Y, añade que sufría violencia de género por parte del amigo de Ismael (su pareja), siendo él quien la obligó a crear el personaje ficticio.

Su letrado mantiene que la joven fue forzada a hacer creer a Ismael M. que colaboraban en un grupo secreto y niega que le hiciera creer que su padre pertenecía a la mafia para matarlo. Por todo ello, pide su absolución.

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