Ana Julia Quezada, culpable de asesinato con alevosía

Ana Julia Quezada asesinó a Gabriel Cruz en febrero de 2018.
photo_camera Ana Julia Quezada asesinó a Gabriel Cruz en febrero de 2018.
Quezada puede pasar un mínimo de 25 años en la cárcel, antes de que se revise la pena y se pueda suspender la ejecución del resto de ésta.

Tras más

de 24 horas de deliberación y, por unanimidad, el jurado popular, ha declarado a

Ana Julia Quezada culpable de asesinato con alevosía por la muerte de Gabriel

Cruz, el hijo de ocho años de su expareja, el 27 de febrero de 2018, apoyando

la tesis de la Fiscalía. Sin embrago, el jurado no considera probado el

ensañamiento, como sí consideraba la acusación particular, en representación de

los padres del pequeño asesinado.

El

jurado ha remarcado, asimismo, su creencia de que Quezada mató a Gabriel de forma "intencionada y

súbita, empleando en la ejecución del crimen medios, modos o formas para

asegurar la muerte del menor, sin correr el riesgo de que se defendiese”. Pese

a considerar probada la alevosía, el jurado popular ha

descartado que Ana Julia Quezada aumentase, de manera

deliberada, el sufrimiento del niño, por lo que ha descartado el

ensañamiento.

Prisión permanente

Ahora, Quezada se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable, ya que ha sido condenada por el asesinato de un menor con una edad inferior a los 16 años. Pudiéndose convertir en la primera mujer en recibir esta pena, desde su implantación en 2015.

En caso

de aplicársele esta pena, la asesina del niño, Gabriel, deberá pasar un mínimo

de 18 años en la cárcel, antes de acceder al tercer grado, y un mínimo de 25

años, antes de que se le pudiese suspender la ejecución del resto de la pena.

La pena

de prisión permanente revisable se incluyó en la modificación del Código Penal,

en 2015, cuando, bajo el gobierno del Partido Popular, se endureció y se dio paso

a la popularmente conocida como “Ley Mordaza”.

Delito de lesiones psíquicas

El jurado

también considera probado el delito de lesiones psíquicas infligidas por

parte de Ana Julia

Quezada a

Patricia Ramírez y Ángel Cruz, padres del menor. Este delito tiene que ver,

entre otros factores, con la actitud que tuvo Quezada durante los 12

angustiosos días que duró la búsqueda del pequeño, hasta que se la detuvo como

presunta culpable al encontrarla con el cadáver del niño en el maletero de su vehículo.

La que

era pareja sentimental del padre del pequeño habría enterrado el cuerpo de

Gabriel en una finca familiar en Rodalquilar (Almería). El engaño que siguió

los días posteriores a la muerte del pequeño ha sido considerado, tanto por el

juez instructor como por el jurado popular, una manera de hacer más daño a los

padres del pequeño. "Contribuyó activamente a hacer creer a los padres que, con seguridad,

el niño podría haber sido secuestrado y que pedirían un rescate por su

liberación", añadió el magistrado en el auto del caso.

Así

pues, el jurado popular la ha declarado culpable de dos delitos de

lesiones psíquicas, uno a cada progenitor, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, por

los que la Fiscalía solicita penas individuales de 5 años de cárcel, además de

recibir una pena de prisión permanente revisable por el asesinato en sí.

Descartan los ansiolíticos

El

jurado popular, también ha rechazado como circunstancia atenuante que Quezada

actuara bajo los efectos de ansiolíticos, como alegaba su defensa. Esteban

Hernández Thiel, letrado defensor de Ana Julia Quezada, invocó durante la vista

oral hasta tres atenuantes para la fijación de pena: la confesión que su

patrocinada llevó a cabo desde un principio, el «arrebato» que la llevó a

asesinar al niño, Gabriel, modificando el control de ella misma sobre su

voluntad, y el hecho de que en los días subsiguientes al crimen, la mujer

estuvo consumiendo tranquilizantes. Todos ellos habrían quedado descartados.

Además,

la defensa alegaba que Quezada, de 45 años, cometió un homicidio

imprudente, por lo que solicitaba tres años de cárcel u homicidio doloso, que

sería penado con 15 años de privación de libertad. Nada de ello se ha

considerado como probado, insistiendo que Quezada cometió el delito

intencionadamente.

Deliberación

Veintiséis horas y media han estado los miembros del jurado incomunicados en una pequeña habitación de la Audiencia Provincial de Almería y en su hotel para contestar las 142 preguntas que les ha formulado la magistrada de la sección segunda, Alejandra Dodero. Iniciaron sus deliberaciones a las 13:26 de este miércoles y han concluido sobre las 16:00 de este jueves, momento en que entregó el acta a la magistrada. El juicio, que se inició el pasado 9 de septiembre, ha contado con la presencia de un jurado popular, compuesto por 7 mujeres y 2 hombres, que ha sido el encargado de analizar y decidir el delito cometido por la acusada. Por ello, el tribunal ha permanecido más de 24 horas bajo secreta deliberación para valorar las pruebas con las que decidir si la acusada era culpable o no, y en qué grado.

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