Arranca el juicio por la reyerta entre clanes pakistaníes y que se saldó con un muerto en Badalona

Imagen que tomó un vecino del barrio de La Salut de Badalona la noche de los hechos  /  Cedida
photo_camera Imagen que tomó un vecino del barrio de La Salut de Badalona la noche de los hechos / Cedida

La fiscal pide 62,5 años de prisión para cada uno de los 14 acusados ​​del grupo de delincuentes pakistaníes de Badalona por un asesinato consumado (25 años) y por tres tentativas (12 años y medio cada una)

Los hechos ocurrieron el 27 de octubre de 2019. Según adelantaba recientemente El País, un narcotraficante de origen pakistaní asentado en la ciudad de Barcelona, Ali Cheema, engañó a los hermanos Tanveer (Saad, Amin y Ammad) para que se unieran a un grupo de desconocidos bajo el pretexto de ir a negociar unos temas con un clan rival en Badalona.

Lejos de esa negociación, la sorpresa de los tres hermanos Tanveer llegó cuando, al bajarse del metro en la parada de Gorg, les esperaban armados hasta los dientes una veintena de compatriotas de un grupo rival de Badalona y otro del Hospitalet. Hachas, palos de madera y de metal, machetes y palancas, enumera el escrito de la fiscal. El trasfondo de aquel encuentro: pelearse por el dominio de la venta de droga en el barrio de la Salut de Badalona.

Ammad no sobrevivió al brutal apuñalamiento

Ali Cheema desapareció de la “línea de combate” y expuso en primera fila a los hermanos Tanveer y a un amigo de ellos, Hassan Ali. Todos ellos, tal y como mantiene la Fiscalía, llegaron a Badalona engañados por su supuesto amigo, el narcotraficante. Según detalla el citado medio, uno de los hermanos cayó al suelo y el mediano, Ammad, menor de edad, fue a socorrerlo. Fue entonces, explica la fiscal, que lo apuñalaron de una manera «atroz, desproporcionada y sin tener en cuenta el sufrimiento». Hicieron lo mismo con Hassan Ali.  

Ensangrentados y con las heridas abiertas lograron huir y bajaron las escaleras del metro, en la estación de La Salut, para huir. Ammad, sin embargo, quedó tendido en el andén, desangrado y frío. Las fuerzas de seguridad de la estación le atendieron, tratando de salvarle la vida, pero sus esfuerzos quedaron en vano.

Las víctimas eran ajenas a los conflictos de los clanes rivales

El ataque fue “brutal y despiadado”, describe el escrito de la Fiscalía, y lo lideró Bilal Ahmad, un chico de 19 años llegado de Italia que en pocos meses había acumulado antecedentes por ocupaciones ilegales, peleas multitudinarias (le detuvieron con un machete de 43 centímetros de hoja) y tráfico de drogas.

El grupo de Barcelona, al que pertenecen la víctima y los tres heridos, estaba mayormente “desarmado y desprotegido” y era “ajeno a las intenciones” de los atacantes, añade la Fiscalía. Por su lado, el narcotraficante Ali Cheema, apuntan fuentes citadas por El País, se cree que huyó a Francia tras la reyerta.

14 personas se sientan en el banquillo de los acusados

De este modo, según la investigación que iniciaron los Mossos d’Esquadra, la pelea fue concertada y tenía como trasfondo la rivalidad entre clanes rivales paquistaníes por el control territorial de la venta de droga. El episodio se saldó en un primer momento con nueve detenidos, seis de ellos en prisión por el riesgo de protagonizar nuestros enfrentamientos.

A día de hoy, 14 personas se sientan en el banquillo de los acusados ante un jurado popular de la Audiencia de Barcelona que debe decidir sobre la inocencia o culpabilidad de todos ellos en relación con la muerte de Ammad y las otras tres tentativas.

Según la fiscal Teresa Yoldi concluye, citada en el reportaje de El País, todos los acusados deben responder por los hechos, independientemente de quién haya causado las lesiones, porque actuaron «juntos y en grupo» y siguieron «un plan preconcebido» destinado a matar a la mayor cantidad de rivales posible

Comentarios