El asesino de Manresa reconoce los hechos: "la culpa de todo sólo es mía"

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El acusado de matar a su mujer enrollándola con papel film ha explicado que en el momento de los hechos no supo diferenciar si lo que hacía “estaba pasando de verdad o era un sueño”. Luego ha asegurado sentirse muy avergonzado y arrepentido

El juicio contra Antonio F.S., el vecino de Manresa (Barcelona) acusado de matar a su exmujer enrollándola en papel film, ha celebrado este jueves la última sesión antes de las conclusiones. Tal y como solicitó su defensa, el acusado ha sido el último en prestar declaración, después de escuchar a todos los testigos y peritos a lo largo de cuatro largas sesiones.

El acusado, que ha mantenido un hilo de voz correcto, sin alteraciones, ni titubeos, ha preferido responder únicamente a las preguntas de su letrada y a las que pudieran formular los miembros del Jurado Popular que, en definitiva, son quienes decidirán sobre su inocencia o culpabilidad.

Atribuye sus actos a su estado mental  

A preguntas, pues, de su abogada, Antonio F.S. ha reconocido los hechos. Pero han querido hacer especial hincapié en esa depresión subyacente que padecía desde hacía meses. Concretamente, desde que en septiembre de 2020 (los hechos sucedieron en abril de 2021) abandonó el domicilio familiar. El acusado ha explicado que se sentía muy culpable de haber roto el núcleo familiar y estaba preocupado por el estado de sus hijas. Esta situación, ha asegurado, le condujo a tener pensamientos muy destructivos: con él mismo y con los demás.

Por ello, ha querido justificar que las búsquedas en Internet realizadas días antes del crimen (en las que llegó a buscar “cómo matar a alguien para que parezca un suicidio”) eran fruto de su “alterado y caótico” estado mental donde los pensamientos suicidas y homicidas eran constantes. Sin embargo, ha añadido, nunca pensé que podría pasar, ni nunca fue mi intención”.

“Sólo quería que se callara”

De este modo, ha querido poner tierra de por medio a la idea que mantiene la acusación particular respecto a la articulación de un plan preconcebido para acabar con la vida de su exmujer y madre de sus dos hijas, Jordina M.P. Ha insistido en que el día de los hechos llevaba papel film en la mochila para envolver unos objetos que quería llevarse del domicilio familiar, donde se había citado previamente con su exmujer.

Confundido y con los recuerdos quebrantados, Antonio ha explicado que en el momento de los hechos no supo diferenciar si lo que hacía “estaba pasando de verdad o era un sueño”. Recuerda que Jordina le echó en cara que era un mal padre y que las niñas lo estaban pasando mal por su culpa. Tras esos comentarios, empezó a enrollar a su exmujer con el papel film. Solo quería que se callara, pero nunca pensé que ese acto acabaría como acabó”, ha añadido.

“La culpa de todo es mía”

Todo lo que vino después de matar a su expareja, provocándole una muerte por asfixia al no poder respirar, no lo recuerda en absoluto. Ni siquiera recuerda (o eso dice) que intentó suicidarse inhalando monóxido de carbono encerrado en el interior de su vehículo. Tampoco recuerda las primeras horas en el área de detenidos de la comisaría de Manresa, donde intentó suicidarse de nuevo, colgándose de la bata que llevaba puesta y dándose cabezazos en la cabeza.

“Ahora pienso en que ojalá me hubiese muerto. Sin embargo, ahora no me suicidaría, no quiero añadirles más dolor a mis seres queridos, aunque creo que en mi situación esos pensamientos son habituales” ha reconocido. En este sentido, visiblemente emocionado, el acusado ha asegurado que se siente muy arrepentido y avergonzado. La culpa de todo es mía y, sin embargo, hay muchas víctimas. Porque muchos están sufriendo por mis actos. Me toca asumir los hechos. Mi peor condena es pensar que nunca más veré a mis hijasha sentenciado.

Piden entre 23 y 25 años de prisión

Con todo, cabe recordar que la pareja, que llevaban más de 20 años juntos, se divorció formalmente en marzo de 2021. Un mes después, el 14 de abril, el acusado mató a su exmujer en el interior del que había sido su vivienda familiar. Luego intentó suicidarse.

Por su lado, el Ministerio Fiscal califica estos hechos de asesinato con alevosía y ensañamiento y reclama 23 años de prisión. Las acusaciones, particular y popular – ejercida por el Ayuntamiento de Manresa – piden 25 años.

Su defensa, sin embargo, considera que su cliente sufría una “enajenación mental transitoria” que le alteró sus capacidades cognitivas. Por ello, piden la libre absolución. No obstante, añaden una alternativa. Y proponen una pena de 15 años de prisión por homicidio doloso en caso de que se pueda demostrar que ha habido delito.

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