Tras la vistilla que se celebró este lunes en la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, Joaquín Benítez, exprofesor de los Maristas de Sants-Les Corts, condenado a 21 años y 9 meses de cárcel por abusar sexualmente de cuatro alumnos, sigue en libertad.
La Fiscalía, descontenta con la decisión, exige al tribunal que el acusado entre de inmediato a prisión, al considerar que existe un alto riesgo de reincidencia.
Según informaron fuentes jurídicas, lo más probable es que la Audiencia tome la decisión a lo largo de este martes, después de que la Fiscalía, las acusaciones de las víctimas y la ejercida por el Ayuntamiento de Barcelona hayan solicitado que Benítez ingrese en prisión lo antes posible, una petición a la que se ha sumado también la Generalitat.
La defensa no comparte las exigencias de la acusación
El Ministerio Público considera que existe un gran riesgo de que el exprofesor, cuya sentencia condenatoria todavía no es firme, reincida porque "actúa por impulsos", así como de que eluda a la Justicia debido a la elevada condena que enfrenta y sobre la cual su defensa -ha dicho- presentará recurso al Tribunal Supremo la próxima semana.
La defensa del exprofesor ha alegado que el pederasta confeso no ha huido durante los tres años de investigación y ha cumplido con las comparecencias semanales dictadas por el juez instructor en febrero del 2016.
A la vistilla no ha asistido el abogado de los Maristas, congregación que ha sido condenada como responsable civil subsidiaria, pero sí el letrado de la compañía de seguros que deberá hacer frente a la indemnización de 120.000 euros fijada para las cuatro víctimas. Al ceñirse solo en la responsabilidad civil, el representante de la aseguradora no se ha pronunciado sobre la prisión.
Benítez dice ser un hombre nuevo
Benítez ha tomado la palabra en la comparecencia. "No entiendo tanta prisa en meterme en prisión si siempre he estado localizable", ha alegado. Ha precisado que ha pedido perdón varias veces, no solo en el juicio, sino públicamente e "incluso arrodillado". Ha vuelto a reconocer que abusó sexualmente de los estudiantes.
Esta vez, no solo ha admitido que lo hizo con dos alumnos, sino de las cuatro víctimas, según fuentes de la acusación. En el juicio confesó felaciones a dos menores y negó tocamientos a otros dos denunciantes. En la vista, insistió en que ha cambiado y ahora es un hombre nuevo.