Caso Julen: acuerdo in extremis entre los padres del pequeño y el dueño de la finca

Al rescatar el cuerpo del pequeño, los padres recibieron el consuelo de amigos, familiares y vecinos | CCMA
photo_camera Al rescatar el cuerpo del pequeño, los padres recibieron el consuelo de amigos, familiares y vecinos | CCMA
Las condiciones pactadas este lunes por los abogados de ambas partes y la Fiscalía deberán ser ratificadas por el juez en la vista oral de este martes en la Ciudad de la Justicia de Málaga.

Veinticuatro horas antes de que arrancase el proceso, los padres del pequeño de dos años que falleció tras precipitarse por un pozo de más de 100 metros de profundidad y el dueño de la finca en la que sucedieron los hechos, han llegado a un acuerdo que evitaría el desarrollo del juicio que debería empezar este martes en la Ciudad de la Justicia de Málaga. 

Un día antes de que se siente en el banquillo de los acusados, el único imputado por la muerte del pequeño Julen, David Serrano, su defensa y la acusación particular cerraron un pacto al que, a primera hora de este lunes, el Ministerio Fiscal ya había dado su visto bueno. Ahora, todo queda a expensas de ratificarlo ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal, número 9, de Málaga que, a priori, tan sólo tendría que dictar una sentencia de conformidad.

El acuerdo evitaría la prisión

Dicho acuerdo radica en que David Serrano se declara culpable de un delito de homicidio imprudente, acepta una condena de un año de cárcel y acuerda el pago de una indemnización, que puede ascender a 180.000 euros, en concepto de responsabilidad civil. Según fuentes cercanas al caso, se va a aplicar el arrepentimiento a la cuantificación de la pena y se solicitará que se suspenda la pena de prisión.

Para alcanzar ese acuerdo con la acusación particular, que ejercen los padres del niño fallecido, David Serrano debe abonar 25.000 euros de manera inmediata y se compromete a saldar el resto de la cuantía en pagos mensuales de 50 euros, ya que se encuentra desempleado y se declaró insolvente.

El acuerdo no evita el juicio

El acuerdo no evita el juicio. Para este martes, sigue prevista la vista a la que asistirán todas las partes. Serrano estará como acusado de un «homicidio por imprudencia grave». También estarán las dos acusaciones, tanto la pública como la particular, que son los padres de Julen. Está acordado que cuando Serrano tome la palabra, pueda pedir perdón a los progenitores por la «imprudencia» que causó la muerte al niño en aquel pozo el 13 de enero del año pasado.

El juicio se presentaba con tres incógnitas por resolver, tres aspectos de la tragedia donde las posiciones de la Fiscalía y de la acusación particular, diferían radicalmente de lo señalado por la defensa de David Serrano. Estos interrogantes tenían que ver con el por qué la boca del pozo estaba sin cerrar; con si realmente los padres del menor estaban advertidos de la existencia del pozo; y, finalmente, con cuál fue, exactamente, la causa de la muerte de Julen. Aun sin resolver, por el momento, estas tres cuestiones, las partes habrían llegado a un acuerdo para no alargar el juicio y llegar a una sentencia de conformidad. 

Un año del trágico accidente

El trágico accidente sucedió el 13 de enero de 2019, poco antes de la hora de comer, en una zona conocida como Dolmen Cerro de la Corona. José Roselló y Victoria García, junto a su hijo Julen, fueron a pasar el día a la parcela de David Serrano, pareja de la prima del padre del pequeño, ésta y su hija.

Los dos hombres comenzaron los preparativos para hacer un arroz, mientras que los menores estaban con sus madres. En un momento dado, la madre de Julen se sintió indispuesta y pidió a su padre que se quedara al cuidado. El niño se bajó de la silla y se metió en una zanja o canalización en forma de L de poca profundidad que había en la zona y comenzó a correr. José fue tras él para que no se hiciese daño, pero al llegar al extremo final, desapareció al caer por la boca del pozo.

Tras 13 días de trabajos sin descanso, la madrugada del 26 de enero de 2019 se consiguió rescatar el cuerpo sin vida del menor. El levantamiento del cadáver, según se recoge en el sumario del caso, se produjo a las 03.10 horas de aquel día. El niño se encontraba a 75 metros de profundidad. El informe forense determinó que la causa inmediata de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico y raquimedular. 

Tres semanas antes del fatal accidente, David Serrano, propietario de la finca, encargó al empresario, Antonio Sánchez, la apertura de dos pozos para extraer agua. Ambas prospecciones, que se realizaron los días 17 y 18 de diciembre de 2018, superaron los 100 metros de profundidad. Se hicieron sin permisos. El pocero siempre ha mantenido que selló el pozo al que cayó el niño con una piedra de 15 kilos. En cambio, David Serrano sostenía que Antonio Sánchez, alias ‹Periquete›, no selló aquella perforación.

De tres a un año de prisión 

Tras cerrarse la instrucción, la Fiscalía solicitó tres años de prisión para David Serrano por un delito de homicidio imprudente grave. La acusación particular pidió una pena aún mayor, de tres años y medio de reclusión. Con el acuerdo alcanzado este lunes, las dos partes se dan por satisfechas. Sólo resta que el juez dé su visto bueno. 

De ser ratificada por el juez, la sentencia de conformidad será leída en la sala y todo acabará. Se cumplirá así el objeto perseguido por la acusación particular con este acuerdo, que es ahorrar el sufrimiento que supondría par a los padres de Julen un largo proceso de varios días de exposición mediática, reviviendo aquellos días malditos en el Cerro de la Corona de Totalán.

David Serrano, un hombre destrozado 

En una entrevista con El Español, David Serrano afirmaba que «no es fácil vivir con esto a la espalda. Ha sido el año más difícil de mi vida, sin dudarlo. Es una mezcla de culpa y de desesperación. El juicio, para mí, es casi un mero trámite. Más dolor que aquel día no voy a padecer jamás». 

Serrano pidió perdón entonces y pidió perdón, de nuevo, en la entrevista realizada el pasado, 18 de enero, con el citado medio. «Mi vida se rompió allí aquel día. Mi vida se la llevó ese niño con él, al caer al pozo. Así de cruel es esto», aseguraba Serrano. Preguntado por si le hubiese gustado llegar a un acuerdo de conformidad, antes de haberse producido, el acusado respondía que sí. «Cada día me pregunto cómo hemos podido llegar hasta aquí. No soy capaz de responderme. Como bien te he dicho, asumo mi parte de responsabilidad. Pero insisto: yo nunca quise mal para Julen».

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