Declara como testigo la juez de instrucción 19 de Barcelona en el marco de la denuncia que interpuso A. Dircenko – acusado de traficar con armas – contra los Mossos que, en lugar de investigar la extorsión que decía sufrir Dircenko, iniciaron una investigación contra él
En 2017, Aleksejs Dircenko presentó una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por un presunto caso de extorsión. Unos anónimos, en nombre de un extrabajador suyo, Viktor Murenko, empezaron a extorsionarle, llegando incluso a enviarle una carta falsa, firmada por él y por su madre – una mujer de 93 años – donde reconocían haber participado en terribles crímenes de tráfico de armas de guerra a nivel internacional.
Con todo, Dircenko, de nacionalidad hispano-letona, llevó toda esta documentación ante los Mossos d’Esquadra para formalizar su denuncia. El Juzgado número 19 de Barcelona aceptó la instrucción del caso y la investigación, a priori, se puso en marcha.
El denunciante se convierte en el investigado
Sin embargo, lejos de que eso se produjese, los agentes investigadores de los Mossos, ahora denunciados por el propio Aleksejs, recogieron toda esa documentación y la utilizaron para reformular una investigación en contra del denunciante, por una presunta trama de blanqueo de capitales, derivada del tráfico internacional de armas de guerra.
Seguidamente, y sin dar parte a la jueza del 19 – según ha declarado ella misma en el procedimiento que investiga la falta de omisión de investigación – los agentes trasladaron sus informes directamente a la Fiscalía Anticorrupción, abriéndose una investigación directamente en el Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional. Quedando, de este modo, la denuncia y su respectiva investigación inicial relegada en un segundo plano.
La segunda denuncia de Dircenko, ahora contra los Mossos
Esta omisión de investigación es la que denunció hace unos meses Aleksejs Dircenko; y por la que este pasado viernes 27 de enero la jueza del 19 declaró como testigo. La magistrada aseguró en sede judicial que a ella nadie le avisó de la apertura de una investigación paralela en la Audiencia Nacional, procedimiento que se alimenta de sus diligencias y que dio origen a la conocida ‘operación Yakir’.
Asegura que nunca habló con el fiscal Anticorrupción Fernando Bermejo, pues de haberlo hecho le habría pedido que le enviase por escrito toda la información de la que disponían para ella poder resolver en una dirección u otra. Siente que tanto los Mossos d’Esquadra como la Fiscalía Anticorrupción trabajaron a sus espaldas, aprovechándose de la información inicial que su juzgado estaba trabajando. Lo único que reconoce es que había oído por canales extraoficiales la apertura de una investigación policial, jamás judicial, que implicaba al denunciante inicial, Aleksejs Dircenko, y a su antigua empresa de transporte marítimo ‘Lumar’.
Los investigadores ahora son los investigados
De este modo, con la denuncia presentada por Dircenko por falta de omisión de investigación, tanto los dos mossos que iniciaron la investigación en su contra, como los dos policías que formaron parte del grupo de investigación conjunto – ya coordinado por Anticorrupción – tuvieron que prestar declaración el pasado mes de junio, acusados de un delito de falsificación documental, revelación de secretos y omisión de investigar un delito.
En su declaración, como puedo saber eltaquigrafo.com, los dos policías nacionales “cargaron el muerto” a los mossos. Ambos aseguraron que ellos entraron a formar parte de la investigación cuando ésta ya estaba en manos de la Audiencia Nacional. Y si bien sabían que el caso se originó con una denuncia de uno de los investigados – Aleksejs Dircenko – y se instruía por una juez de Barcelona, ellos afirmaron no tener ningún vínculo con esta primera fase.
Nadie sabe nada
Por su parte, los Mossos se defendieron ante el juez alegando que fue el Fiscal Anticorrupción quien, directamente “y por escrito”, les ordenó que todas las averiguaciones se las derivaran directamente a él y no, a la instructora 19 de Barcelona. Aun así, los dos agentes aseguraron que le entregaron el atestado a la jueza en mano.
Cronología hasta la explotación de la 1º fase de la ‘operación Yakir’
Con todo, desde que se presentó la denuncia inicial, a finales de 2017, hasta que Aleksejs Dircenko, su primo Boris Lunoff y el exempleado, Viktor Murenko, fueron detenidos en el marco de la ‘operación Yakir’, el primero fue insistiendo en preguntar cómo avanzaba su investigación, sin nunca obtener una respuesta clara sobre el asunto. Luego entendió que, durante todo este tiempo, se había orquestado un trama en contra de su persona. Trama que todos los detenidos niegan, defendiendo su inocencia.
Sin embargo, según la Fiscalía Anticorrupción, ‘Lumar’, la compañía de transporte marítimo, propiedad de Dircenko, habría sido el embudo a través del cual los investigados habrían blanqueado sendas cantidades de dinero procedente del tráfico internacional de armas de guerra.
Esta premisa los mantuvo más de un año en prisión. Aunque, finalmente, pudieron salir tras demostrar la fragilidad de los indicios que no podrían demostrar la comisión del delito antecedente – en este caso el tráfico de armas – que justificase el eventual blanqueo.
El juez sigue recabando nuevos datos
No obstante, a pesar de su puesta en libertad, la instrucción sigue en marcha y el magistrado de la Audiencia Nacional sigue recabando información sobre el caso. De hecho, el pasado mes de noviembre, como pudo saber esta redacción en exclusiva, un avión con varios pasajeros ucranianos aterrizó en el aeropuerto de Barcelona. Sus viajeros, todos ellos varones, pudieron salir de su país, en plena guerra con Rusia, gracias a un acuerdo con el Ministerio de Defensa de Ucrania.
Requeridos por el juez Ismael Moreno, debían responder sobre su presunta implicación en la investigación ‘Yakir’. Según fuentes conocedoras del caso, se trata de unos ciudadanos ucranianos vinculados exclusivamente con Víktor Murenko, el tercero de los principales acusados de esta 'operación Yakir'. En este sentido, cabe recordar que Murenko fue quien dirigió el rescate del buque ‘Faina’, secuestrado por piratas somalíes en aguas del cuerno africano en septiembre de 2008 y que, según la Fiscalía Anticorrupción española se pagó con el capital que los primos hispano-letonios Dircenko y Lunoff le entregaron para blanquear el dinero procedente del tráfico internacional de armas de guerra.
Según asegura el fiscal, un año antes del secuestro, cuando Murenko trabajaba para la empresa ‘Lumar’, su propietario, Aleksejs Dircenko, le entregó 3 millones en una estrategia para blanquear el dinero ilícito que obtenían del tráfico de armas. Sin embargo, la defensa de los acusados pone en duda esta afirmación al señalar que no existió pago alguno a Murenko y, en todo caso, de haberse producido, como mantiene la Fiscalía, se habría llevado a cabo un año antes del controvertido secuestro. Por lo que era imposible de saber que el ‘Faina’ iba a ser secuestrado.