Se conocen nuevos datos de la ruta criminal que siguió el triple homicida de Barcelona, John Musetescu W., la tarde del 20 de enero de 2020. La segunda sesión del juicio contra este individuo de origen sueco, acusado de matar a tres personas, en tres puntos distintos de la Ciudad Condal en menos de una hora, ha arrojado nuevas informaciones sobre cómo se movió por las calles del corazón del distrito de Ciutat Vella.
Han hablado buena parte de los testigos que lo vieron en algún momento de su ruta criminal, así como los bomberos que participaron en la extinción del incendio que Musetescu, presuntamente, provocó en casa de su primera víctima, o algunos agentes de los Mossos d’Esquadra. Todas las voces, a pesar de lo que pretende la defensa del acusado, le sitúan en el lugar y la hora en las que se perpetraron los crímenes.
Los testigos vieron al acusado descolgarse de la fachada
Así pues, por la sala de Jurado de la Audiencia de Barcelona han pasado varios vecinos de la primera víctima, aquellos que vieron al presunto asesino descolgarse por el balcón de un tercer piso después de matar a Héctor Núñez, asestándole 254 puñaladas. Todos ellos han coincidido en explicas que pensaban que el hombre huía del fuego (que presuntamente provocó él mismo, según sostiene el fiscal, para borrar pruebas).
Sin embargo, sospecharon de él cuando vieron que agredía a un vecino que trataba de ayudarle “dándole patadas en la cara”. Los vecinos avisaron a emergencias y una mujer ha explicado que alertó a la policía catalana de la actitud sospechosa del acusado cuando vio que tras llegar al suelo huía de forma precipitada con una bicicleta que él mismo había descolgado por el balcón. Estos hechos sucedieron sobre las 15.00 horas, en la calle Portal Nou, cerca de Arc de Triomf.
Por su parte, los mossos que acudieron a socorrer el incendio han explicado que, a la espera de que llegaran los bomberos, intentaron desalojar a los vecinos del edificio para evitar más daños si el fuego se propagaba, y que no supieron que había una víctima mortal hasta que les avisó el bombero que encontró el cuerpo.
Después de matar a Rosa Díaz robó una motocicleta
Mientras los bomberos y los Mossos trataban de poner a salvo a los vecinos de la primera finca, donde vivía la primera víctima mortal, Musetescu continuó su recorrido. En la calle Arc de Sant Vicenç se tomó con Rosa Díaz de 77 años, que salía de su portal. A Rosa la mató de forma muy violenta golpeándole, en repetidas ocasiones, la cabeza contra el suelo. Luego, la asfixió y le robó la cartera, el móvil, las llaves de su casa y las joyas que vestía en ese momento.
A continuación, la acusación cree que la bicicleta que previamente había sustraído le falló y que, por ello, optó por presuntamente robar una moto: este martes ha testificado una mujer que vio cómo Musetescu golpeaba a un repartidor para tirarlo al suelo y robarle la moto.
Caminada pidió ayuda por un interfono
De allí, se fue a la calle Paradís donde intentó, aunque sin éxito, atracar un establecimiento comercial a punta de cuchillo. Luego, en las inmediaciones de la plaza Sant Jaume se encontró con la tercera víctima: el periodista y funcionario del Ayuntamiento de Barcelona, David Caminada.
Según sus compañeros de trabajo, que han prestado declaración también este martes, Caminada llamó al interfono de su trabajo para pedir ayuda. Uno de los trabajadores del Ayuntamiento ha explicado que la víctima llamó al interfono sobre las 16.00 horas, su hora de salir del trabajo, y él, desde dentro, vio que estaba junto a una persona, con casco, que le estaba "agrediendo o forcejeando", por lo que bajó a ayudarlo y allí se encontró con otros compañeros que habían hecho lo mismo.
Los compañeros de Caminada lo retuvieron
Los compañeros de Caminada siguieron al sospechoso por una calle estrecha hasta la plaza Sant Jaume, sin perderlo de vista y mientras él exhibía un cuchillo: ya en la plaza, el Musetescu intentó coger un taxi, pero los trabajadores del consistorio lo impidieron hasta que fue detenido. Durante el forcejeo un trabajador resultó herido en la mano con el cuchillo.
Con todo, este miércoles se espera que declaren el resto de los testigos, tanto policiales como civiles, antes de dar comienzo a las pruebas periciales. Cabe recordar que Musetescu, a petición de su defensa, será el último en declarar. Su abogada, durante la primera sesión, defendió la inocencia de su cliente, asegurando que nada tiene que ver con las muertes registradas la tarde del 20 de enero. A pesar de los antecedentes psiquiátricos del acusado, su defensa no recurrirá a estas atenuantes.
Por su lado, el fiscal aseguró en la primera jornada que Musetescu era plenamente consciente del bien y el mal cuando quedó detenido por estos hechos, y que no tenía sus capacidades alteradas.