Nueva sesión del juicio por el crimen de Javier Ardines. En esta sexta sesión, los agentes de las especialidades de criminalística, volcado y análisis de teléfonos y revisión de las cámaras que han seguido el crimen del concejal de cerca han declarado ante el juez que los indicios hallados apuntan en la misma dirección que la versión sostenida por las acusaciones: la muerte del concejal responde a una venganza por infidelidad.
Los investigadores han detallado los hallazgos encontrados en los teléfonos de los presuntos sicarios y del propio Pedro Nieva, quien permanece en prisión provisional acusado de ser el autor intelectual del crimen. Los agentes de la Guardia Civil han leído algunos de los mensajes que Nieva envió a su mujer Katia y han añadido que el estado mental del acusado es “de total desesperación” al repetir en varios mensajes “me muero” o “te he querido más que a mi vida, recuérdalo siempre, mi amor”.
“Goodbye my lover”
Según las declaraciones de esta mañana, los investigadores aseguran que Katia llegó a estar martirizada por la abundancia de mensajes que recibía por parte de Nieva y que culminó con el envío de la grabación de la infidelidad a la mujer de Ardines e hija de éste. Uno de los agentes que ha declarado ante el juez ha catalogado este hecho como un “acto de venganza que trastoca todavía más a Katia”.
Los investigadores han sostenido la misma hipótesis que hasta ahora mantenían las acusaciones y es que Nieva actuó con sed de venganza. “Será porque me ha robado el amor de vida” es uno de los mensajes que Nieva envió a Katia, pero también la mujer recibió la noche antes de la muerte de Ardines la canción “Goodbye my lover”. Una evidencia que los investigadores ni la acusación han pasado por alto.
Nieva siguió de cerca el crimen
Uno de los agentes ha expuesto que Pedro Nieva buscó en numerosas ocasiones información en Internet sobre el crimen. Todos estos datos, detallados en un extenso informe que elaboró el investigador sobre el análisis del dispositivo telefónico del acusado, evidencian que Nieva buscó “declaraciones al respecto de dicha muerte por parte del alcalde de Llanes, sobre quién mató al concejal o cómo estrechaban el cerco sobre el asesinato”, entre otras cuestiones.
Los presuntos sicarios “pillados”
También los datos de los teléfonos vinculados a los presuntos sicarios casan con el viaje que hizo un Citroën Picasso desde Bilbao. El agente que revisó las cámaras de seguridad ha asegurado que la reconstrucción permite afirmar que los dos sicarios habrían salido de Bilbao a las 3.09 de la madrugada y que recorrieron los 202 kilómetros hasta el lugar del crimen a una velocidad media de 133.
Han concluido la sesión los agentes que realizaron la inspección ocular, quienes han sostenido que encontraron pisadas y marcas en la gravilla pero no pudieron identificar si eran anteriores o posteriores a los hechos. También han mostrado al jurado varias fotografías de las heridas de la víctima para que entendieran el tipo de ataque que sufrió y han explicado que el cuerpo de Ardines fue encontrado en medio de la calzada de un camino vecinal, una zona cubierta por árboles que los dos agentes han coincidido al catalogarla de “ideal” y “propicia” para tender una emboscada.
Mañana se retomará el juicio con la declaración de dos agentes más y de la viuda e hijos de Javier Ardines.