Christian, el amigo del acusado que fue detenido por encubrir el crimen, ha insistido que no sabía que en el interior de las bolsas que tiraron a la basura había restos biológicos de la víctima
La historia de Janet Jumillas es el reflejo de una vida difícil, marcada por las dificultades económicas, pero, a la vez, es una historia de devoción por la familia. La mujer cuidaba de todos e hizo lo impensable para sacar a sus hijos adelante. Madre de dos menores de edad, Diego y Carmen, Janet Jumillas empezó a trapichear con marihuana y hachís para poder ganar algo de dinero y alimentar a los suyos. Así lo han confirmado sus amigos más cercanos en la primera sesión de la jornada de este lunes, y lo han ratificado, más tarde, conocidos del acusado y otros amigos de la víctima.
En este sentido, un amigo de ella, Hicham, ha llegado a asegurar, incluso, que Janet le manifestó poco antes de desaparecer que “alguien de Cornellà” le debía dinero de la compraventa de marihuana. Según el Ministerio Fiscal, ese “alguien” era el acusado, Aitor García. Extremo que él mismo confirmó ante los Mossos d’Esquadra el primer día que declaró ante los investigadores.
El día de los hechos visitó a Aitor para cobrar la deuda
Durante la sesión de este lunes se ha constatado que Janet y Aitor se conocieron a raíz del trapicheo. Ella le vendía marihuana a él y, según el Ministerio Fiscal, el acusado le debía dinero derivado de esta compraventa. A pesar de que un sobrino de Janet, Fernando, ha explicado que su tía quedó con el acusado para recoger una bomba de agua el día que desapareció; la versión de la fiscal se centra en demostrar que aquel día, 13 de febrero de 2019, la mujer acudió al domicilio del acusado en Cornellà para cobrar la deuda.
Lo que pasó esa mañana sigue siendo un misterio. Janet aprovechando que iba a hacer unas gestiones en la sede de la Agencia Tributaria de Cornellà, visitó a Aitor, y después de eso desapareció. Su familia y amigos no supieron nada más de ella hasta que meses después, dos operarios de la limpieza encontraron su cuerpo semienterrado en un solar de El Prat de Llobregat.
La expareja se acoge a su derecho de no declarar
Según se ha podido saber tras la sesión de este lunes, Aitor conocía muy bien esa zona, pues su novia vivía cerca de dónde se localizó el cuerpo. Elisabeth, la expareja, ha preferido no declarar y se ha acogido a su derecho de no hacerlo al haber mantenido una relación sentimental, con convivencia, con el acusado en el momento de los hechos. De hecho, la joven vivía con él cuando supuestamente mató a Janet en el interior de su vivienda.
La versión de Christian, el amigo que fue investigado por encubrir el crimen
Quien no ha tenido más remedio que responder a las preguntas de todas las partes ha sido Christian. El examigo de Aitor, que fue detenido con él en el mes de mayo de 2019, por presuntamente encubrir el crimen. Sin embargo, poco después quedó en libertad y con el avance de la investigación se archivaron los cargos contra él por falta de pruebas.
No obstante, lo que ha explicado Christian en sede judicial ha sido clave para conocer qué sucedió la tarde del 13 de febrero, cuando desapareció Janet, así como los días posteriores. El examigo del acusado ha explicado que la tarde de la desaparición quedó con Aitor y Elisabeth para ir a ver un partido de Champions del Barça. Luego fueron a casa del acusado a fumar marihuana y “colocarse”. Elisabeth se durmió poco después y ellos siguieron con la fiesta, ha asegurado.
A preguntas de la acusación, ejercida por el abogado Jorge Albertini, Christian ha reconocido que le sorprendió que Aitor hubiese pintado el piso y movido algunos muebles, pero que no le dio importancia. Al día siguiente no pudo ir a trabajar “porque se encontraba mal del colocón” y fue al médico a pedir un justificante.
Insiste en que no sabía que había en las bolsas
Los días después, ha explicado, Aitor actuó como siempre y siguieron haciendo lo mismo de siempre y ha insistido que él nunca supo nada del crimen, ni se habló de Janet después de su desaparición. En relación con el presunto encubrimiento del que fue acusado, ha insistido que el día 21 de marzo de 2019, cuando acompañó al acusado a tirar unas bolsas a un contenedor de al lado de su casa, no sabía que en el interior había fregonas ensangrentadas, pelos de la víctima y los cristales de sus gafas.
Lo que tampoco sabían era que los Mossos hacía semanas que les vigilaban y fotografiaron como ambos, Aitor y Christian, tiraban dichas bolsas de basura. A pesar de lo encontrado en el interior de las bolsas, los investigadores decidieron dejarlo en libertad por si les conducía hasta el cadáver o paradero de Janet. Sin embargo, como pasaban las semanas y no había avances en este sentido, finalmente les detuvieron, a los dos.