Puede parecer el argumento de una película, pero lo cierto es que a partir de este lunes Dolores Vázquez, su hermana gemela Pilar y la pareja de ésta, Isaac G., se sentarán en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona, acusados de matar a Pedro F., el marido de la primera, con una pata de cabra. Los hechos se remontan la noche del 10 de julio de 2021, en el barrio de Can Llong en Sabadell (Barcelona) en el domicilio de Dolores. Su hermana Pilar y su marido Isaac se colaron en la vivienda y mataron a Pedro golpeándole con la barra de hierro en la cabeza mientras dormía.
24 años de prisión por un delito de asesinato con premeditación
El fiscal, Manuel Sancho de Salas, pide para los tres una pena de 24 años de prisión, más otros cinco de libertad vigilada por un delito de asesinato premeditado, puesto que considera que entre los tres trazaron un plan para matar a la víctima. Aunque en un primer momento la investigación apuntó a Isaac como único autor del crimen, los mensajes intercambiados por las gemelas evidenciaron su participación en los hechos. Los tres ingresaron en prisión provisional.
No obstante, Dolores salió en libertad en septiembre de 2022. A pesar de ser una de las principales sospechosas, investigada como presunta cooperadora necesaria, salió en libertad. Según los magistrados de la Audiencia de Barcelona no existía riesgo de fuga por el arraigo familiar de Dolores en el municipio de Sabadell, y tampoco se temió la probabilidad de que pueda destruir pruebas.
Una relación marcada por la toxicidad
Al parecer, la relación de Pedro y Dolores era bastante tóxica, marcada por el alcoholismo de ella y las constantes peleas. Tras una de estas discusiones, Dolores habría insinuado a su hermana Pilar la idea de vengarse de su pareja. Cuatro días antes del crimen, Pilar envió un mensaje de voz a a su pareja, Isaac, preguntando cómo conseguir cloroformo para aturdir a Pedro y poder rematarlo.
El día del crimen, Pedro dormía con Dolores cuando Isaac accedió a la vivienda y, con una barra de hierro, golpeó al hombre hasta dejarlo gravemente herido. No obstante, Pedro todavía pudo huir de la habitación y correr hasta el rellano de la escalera, donde siguieron los golpes. Las hermanas y el cuñado trataron de esconder el cuerpo en el piso y limpiar la sangre.
Extrañados por los ruidos, los vecinos alertaron a los Mossos d'Esquadra. Al llegar al piso, los agentes encontraron allí el cadáver de Pedro envuelto en una manta. La autopsia reveló que Pedro recibió al menos doce golpes en la cabeza.