Albert Cavallé, conocido con el sobrenombre de “el estafador del amor”, debía sentarse este lunes ante el Juzgado de lo penal 25 de Barcelona para responder a una nueva acusación de estafa: la Fiscalía, que solicita para él tres años de prisión, le acusa de timar 2.900 euros a dos prostitutas en agosto de 2020. No obstante, fuentes cercanas al caso han confirmado a eltaquigrafo.com que la vista finalmente se ha aplazado para el próximo mes de noviembre, aunque aún no hay fecha confirmada. Según las mismas voces, una de las partes ha dado positivo el covid.
El conocido estafador, que ya cuenta con 8 sentencias por hechos similares – cuatro de ellas condenatorias – contrató, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, los servicios de dos prostitutas, a quien ofreció pagarles 100 euros la hora a cada una cambio de que pasaran con él la tarde y la noche del 31 de agosto de 2020.
Cavallé y sus mentiras
Las dos mujeres, aunque pidieron que les pagara por adelantado, aceptaron recibir una transferencia al día siguiente. Él se presentó como un chico adinerado, heredero de una lujosa cadenada de hoteles en la Ciudad Condal y las jóvenes accedieron a recibir el dinero a posteriori. Estando con ellas les pidió 500 euros. Préstamo que devolvería junto con la transferencia por los servicios prestados. En total, una suma de 2.900 euros (2.400 por el trabajo y 500 del préstamo). Cantidad que a la mañana siguiente seguía sin aparecer en los bolsillos de las jóvenes, que empezaron a sospechar de la estafa.
Fue entonces, como adelantó Caso Abierto, que las dos mujeres le exigieron que fuera a buscar el dinero a un cajero, dejando como "prenda" un teléfono móvil que ellas le devolverían cuando regresara. Lejos de ir al banco, Cavallé se dirigió a una comisaría de los Mossos d'Esquadra, donde las denunció por "robo y amenazas".
Dos versiones opuestas
En la rocambolesca historia que esgrimió ante los Mossos, el viejo “estafador del amor” aseguró que pagó los servicios de una de las chicas por adelantado y en metálico y que la otra se unió sin querer recibir nada a cambio. A la mañana siguiente, prosiguió, otra mujer lo echó de la habitación a gritos.
Esta versión fue negada por las dos jóvenes que, paralelamente, fueron a comisaria a devolver el teléfono móvil y a denunciarlo a él por estafa. Los Mossos dieron más credibilidad a la versión de las mujeres, sumándole un nuevo antecedente a Albert Cavallé, que según fuentes judiciales, “ya tendría un pie en prisión”.
La última sentencia de Cavallé: 16 meses por un delito de receptación
De hecho, a la espera de que el Supremo se pronuncia sobre los recursos que el acusado ha presentado, lo cierto es que en cuanto una sentencia sea firme, Albert Cavallé no tendrá otro remedio que entrar en prisión para cumplir condena por todos los delitos de estafa, apropiación indebida, simulación de delito y denuncia falsa de los que se le acusa.
La última sentencia que se suma al historial de este estafador es, sin embargo, por un delito de receptación: el Juzgado de lo penal 19 de Barcelona lo ha condenado recientemente a un año y cuatro meses de prisión por vender un ordenador que había sido robado. El robo se produjo en julio de 2018, cuando la víctima denunció que dos personas la asaltaron muy cerca de su domicilio, en el paseo de Fabra i Puig de Barcelona y le dieron un fuerte tirón, llevándose su maletín. En el interior del mismo, la mujer llevaba varios documentos personales, las llaves de su casa y un ordenador portátil. El mismo dispositivo que Cavallé vendió en un Cash Converters un mes después.
Su defensa mantiene que es inocente. En sede judicial, el abogado de Cavallé, David Sans, mantuvo que su cliente no tuvo nada que ver con el robo, ni conocía de nada a los dos delincuentes que lo ejecutaron, desconociendo incluso que el ordenador hubiera sido sustraído. Según su versión, compró el portátil, unos días antes de revenderlo, en el Mercado de los Encants, en la Plaza de Las Glorias.
Cavallé se contradijo en varias ocasiones
El juez destaca en la sentencia la falta de credibilidad de Cavallé que cambió de versión en el juicio con respecto a lo que había expresado previamente durante la fase de instrucción. Sumándose una piedra más en su camino. “Una de todas las que le esperan” han asegurado fuentes cercanas al caso. Su abogado, por su parte, ya ha presentado recurso por esta última sentencia.