El examante de la 'Viuda Negra' de Patraix se ratifica como autor del asesinato

Momento en el que Salva confiesa ante el tribunal, el asesinato.
photo_camera Momento en el que Salva confiesa ante el tribunal, el asesinato.
El juicio encara su recta final tras la audición de las conversaciones telefónicas de los acusados en los meses posteriores al crimen. Paralelamente, el acusado reconoce haber matado al marido de su amante por «miedo a perderla».

En la recta final del juicio por el asesinato de Antonio Navarro, el marido la conocida 'Viuda Negra' de Patraix, esta semana han declarado Maje y el examante de ésta, Salvador. Ambos están acusados de haber planificado y ejecutado el crimen, en Valencia en agosto de 2017.

El acusado ha explicado que conoció a Maje a mediados de 2015 —un año antes de que ella se casara con Antonio— porque trabajaban juntos en el mismo hospital y mantuvieron relaciones, también, después de la boda. De hecho, se veían «todos los días». Todo se torció, según su relato, cuando la esposa de la víctima le empezó a comentar que la relación no iba bien —aludía a continuos maltratos— e incluso fantaseó con la muerte de su marido cuando un compañero del ingeniero murió en un accidente laboral.

«Solo quería protegerla»

Entre «finales de mayo y junio de 2017», Maje le pidió —pese a que él ni lo conocía— que acabara con la vida de su marido. Él aceptó «porque estaba enamorado» —no «obsesionado»— y «temía perderla» porque «en los medios es fácil oír que mujeres sin denuncias previas» mueren a manos de sus parejas. Solo pensó «en protegerla a ella» porque «creía que le podía pasar algo», ha recalcado.

Según el examante, el plan fue ideado por Maje, hecho que en su declaración ella desmintió tajantemente. La 'viuda negra', por su lado, mantuvo que encubrió el asesinato de su marido, pero no lo planificó.

Los audios los dejan en evidencia

La décima sesión, la de este miércoles, en la Audiencia de Valencia, se ha destinado a la lectura de los mensajes y la audición de las conversaciones telefónicas que ambos acusados mantuvieron tras el crimen perpetrado el 16 de agosto de 2017 en un garaje del barrio de Patraix. Este jueves, se redactarán las conclusiones y los informes de las partes para entregar y, ya el viernes, el objetivo de veredicto a los nueve miembros del jurado popular.

El 8 de noviembre, tres meses después del crimen, se produce una conversación clave que puso a Salvador, una figura que hasta entonces no había tenido relevancia para el caso, en el centro de la investigación. «Ayer me dio un bajón bestial y llamé a la Policía», le lanza él. «Salva, ¿no hagas locuras, ¿eh?», le responde, aunque él se refiere a que ha hablado con un amigo suyo que es agente y le informa de los avances del caso. A través de ese policía, Salva se ha enterado de que Maje se va de viaje con otro chico: «Saben que tenéis los dos un viaje a Italia». «Escúchame, ¿me están investigando a mí?», salta Maje. «A ti o a él», contesta el procesado. «Yo pensaba que ya estaba descartado y me están investigando», sigue ella.

Las múltiples conversaciones escuchadas en la sala de vistas dejaron en evidencia que la pareja de amantes escondía un secreto que la policía no podía saber. Algo que, por supuesto, llamó la atención de los investigadores situando, desde entonces, hasta el día de su detención, en enero de 2018, a Salva en el punto de mira.

El 28 de diciembre, a Maje le filtran que ya hay un sospechoso, y así se lo transmite a Salva: «Ya tienen a un sospechoso con nombre y apellidos». El acusado se alegra de ello: «Bien, porque así, por lo menos cobras el seguro». Ella afirma estar «descolocada», pero él la tranquiliza: «No temas». Salva pensaba que no le estaban investigando, por eso, quedan en una cafetería el 2 de enero. Allí se registra el audio que lleva a la detención: en él planean qué decir si son detenidos.

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