La decisión del juez de instrucción de Granollers parece similar a aquellas kafkianas medidas sancionadoras que permiten los protocolos disciplinarios del ámbito militar. Por ejemplo, si un oficial se tropezaba con una puerta entreabierta en cualquier dependencia del acuartelamiento, la arrestaba y durante el tiempo de duración del arresto nadie podía atravesarla.
Pues bien, la decisión del juez de Granollers que dirige la instrucción contra una peligrosa banda de ladrones que actúan en las áreas de servicio de las autopistas (en particular la AP-7 a en la zona norte de la provincia de Barcelona), resulta igualmente sorprendente: el magistrado, prohíbe a los imputados que pisen la AP-7 como medida cautelar mientras continua investigándoles.
Siguen los robos
Los miembros de esta organización fueron detenidos por los Mossos d´Esquadra a finales del año y puestos a disposición judicial. El juez les imputó por numerosos robos de poca cuantía en las áreas de servicio de esta autopista.
La actuación policial tuvo una directa incidencia en las estadísticas por cuanto los robos, durante los días posteriores a la detención, se redujeron de forma ostensible en esta vía inter urbana. Pero llegó laprohibición judicial, y fuentes de autopistas reconocen que en tramos de otras vías cono la C-33 se registró un repunte de robos.
Aunque nadie los quiere confirmar (ni desmentir) da la sensación de que los ladrones dejaron de robar en un sitio para irse a otro, dejando en evidencia y como inservible la medida cautelar.
Los abogados de los imputados presentaron recursos contra esa sorprendente resolución ante la Audiencia de Barcelona. La sala octava le ha enmendado la plana al juez y ha levantado la prohibición que impedía a esos investigados pisar la AP-7.