El tribunal que dirigirá el juicio contra los dos acusados por el llamado «crimen de la Guardia Urbana», ha aceptado la petición del fiscal y ha decidido que, el día 24 de febrero, y cuando ya hayan transcurrido tres semanas de juicio, trasladarán a los nueve miembros del jurado al domicilio de la agente de la Guardia Urbana imputada, Rosa Peral, en Cubelles (Barcelona), donde el día 1 de mayo de 2017, desapareció el también agente de la Guardia Urbana de Barcelona, Pedro Rodríguez, quien, tres días después, fue encontrado muerto, calcinado, en el maletero de su coche, un vehículo que el otro imputado en esta causa, el también policía, Albert López, había estacionado en los aledaños del barcelonés pantano de Foix (Castellet i la Gornal).
Valoración in situ
Allí, el Tribunal, el Ministerio Fiscal, los mossos que participaron en las investigaciones, los acusados y los miembros de jurado, comprobarán in situ los pormenores de una reconstrucción de los hechos que las defensas esperan que esté basada y ejecutada bajo criterios de objetividad.
En este sentido, las defensas no entienden, aunque no han recurrido, la presencia en estas diligencias exteriores de la fuerza policial actuante, cuya versión —certera o errónea—, es el sustento del discurso acusatorio de la Fiscalía.
Con todo, el gabinete jurídico que defiende a Rosa Peral desea que esta diligencia, no inédita, pero si excepcional, extraordinaria e inusual, sirva para que los miembros del jurado tengan una perspectiva nítida de lo qué allí sucedido y, sobre todo, acerca de cómo sucedió.
También visita al pantano
La comitiva judicial se trasladará, a continuación, al pantano de Foix donde, de igual forma, se efectuará una reconstrucción de los hechos o, al menos, una escenificación de lo que, según unos y otros, allí sucedió. El jurado tomará nota.
Esta medida, consistente en sacar de la sala al jurado y llevárselo al lugar de los hechos, es casi inédita en la reciente historia del tribunal del jurado en Cataluña.
El próximo día, 3 de febrero, se inicia el juicio contra Rosa Peral y contra su expareja, Albert López, ambos agentes de la Guardia Urbana, acusados del asesinato de quien era novio de Peral, Pedro Rodríguez. El fiscal pide 25 años de cárcel para Peral y 24, para López.