El negocio de las tarjetas de crédito, que permiten aplazar pagos y que se publicitan como la solución a todas las necesidades de consumo de los clientes, puede verse seriamente comprometido con la sentencia del juzgado número 2 del Prat de Llobregat en la que la juez Leire Aparicio ha dictaminado que los intereses y gastos que debía pagar el cliente afectado por el uso de una tarjeta del banco Wizink eran desproporcionados y quedaban poco claros.
Condiciones poco claras y abusivas
La juez concluye, en una extensa y justificada sentencia, que el cliente tenía conocimiento, cuando firmó el contrato con la entidad Wizink, que estaba adquiriendo una tarjeta de crédito, y que, por lo tanto, el dinero obtenido por el uso de dicha tarjeta debía ser restituido a la entidad financiera.
No obstante, la falta de transparencia en el resto de las condiciones - intereses, comisiones y un seguro incorporado a la tarjeta - comportó que únicamente se pudiese exigir, al cliente, el dinero que este gastó con la tarjeta y no el resto de los gastos, derivados de las comisiones e intereses que la entidad financiera pretendía cobrar. De hecho, el tribunal declaró nulo el tipo de interés, lo que significa, según la sentencia, que nunca deberían haberse cobrado dichos gastos.
Otro aspecto que la juez destaca en su sentencia es el incumplimiento de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, ya que las condiciones generales del contrato se encuentran en el reverso de la hoja firmada por el deudor, con una letra diminuta (inferior al milímetro y medio), lo que, unido a que no se destacan los aspectos más relevantes del contrato (como son los costes asociados a la tarjeta, entre los que se incluyen las comisiones cobradas), comporta que el conjunto del clausulado pueda considerarse ilegible para el consumidor.
Así pues, la juez condena a la entidad financiera no sólo a pagar las costas del juicio, sino también a devolver parte del dinero al cliente, ya que este había pagado más de lo que había utilizado.
Los abogados piden que se denuncien estos casos
El caso ha sido ganado por el bufete Hernández Meca, dirigido por Borja Hernández y en el que también ha participado la abogada Melisa Waisman. Meca, especializado en conflictos penales, bancarios y en la compraventa de vehículos, recibió recientemente la sentencia a favor de su cliente, en un caso en el que se denunciaban los exagerados y desproporcionados tipos de interés que los bancos imponen en este tipo de productos.
Hernández Meca, explica en una entrevista con eltaquigrafo.com, que su cliente realizó varios pagos y extracciones desde una tarjeta de crédito que tenía con el banco Wizink, y que, en el momento de proceder a las devoluciones de dichos pagos, observó que debía devolver unas cantidades, cuyo tipo de interés duplicaba, incluso triplicaba, el valor de sus disposiciones.
El abogado lamenta el descontrol que llevan los bancos en este sentido, asegura que “cuando les suceden este tipo de casos, subcontratan a un bufete que ya tiene plantillas y modelos con este tipo de demandas, las rellenan y se despreocupan”. Esto conlleva un descontrol total por parte de las entidades, pero “como normalmente los afectados no recurren a un abogado para que los defienda ante posibles irregularidades resultado de los pagos a devolver, los bancos suelen salir ganando”.
Por este motivo, y como demuestra la sentencia a favor de su cliente, Hernandez Meca anima a las personas que han sido víctimas de estas prácticas financieras a denunciarlas.
Wizink Banco, una entidad online surgida de Banco Popular
La entidad bancaria Wizink es un banco online español que también tiene presencia en Portugal. Por norma general, los productos de esta entidad se ofrecen en centros comerciales, estaciones de tren o aeropuertos.
Wizink está especializado en tarjetas de crédito y productos de ahorro. Se trata, por lo tanto, de un banco sin sucursales, que opera a través de Internet y que tiene su origen en Bancopopular-e.
La historia de esta entidad financiera se remonta al año 2014, cuando Banco Popular se hizo con el negocio minorista y de tarjetas de Citibank en España, pero no fue hasta finales de junio de 2016 cuando Bancopopular-e pasó a denominarse Wizink.
Actualmente el propietario de Wizink y único accionista de la entidad es el fondo americano de capital riesgo Värde Partners, que compró el 49% de las acciones de Wizink que tenía el Banco de Santader tras hacerse este con el control total del Banco Popular por 1 euro en 2017