Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el Pequeño Nicolás, ha sido condenado a tres años de cárcel por haberse hecho pasar por un cargo relacionado con la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real en su viaje a Ribadeo (Lugo) para reunirse con el presidente de Alsa en agosto de 2014.
Esta es la segunda condena al Pequeño Nicolás. La primera fue de un año y nueve meses por falsificar un DNI para que un amigo se hiciese pasar por él en la prueba de selectividad de 2012, mientras que en 2016 fue absuelto de un delito de injurias y calumnias contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Usurpación de funciones públicas y cohecho activo
En esta nueva sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la Audiencia Provincial de Madrid le condena a nueve meses de cárcel por un delito de usurpación de funciones públicas con la atenuante analógica de anomalía psíquica y dilaciones indebidas, y a otros dos años y tres meses de prisión por un delito de cohecho activo, en el que concurren las mismas atenuantes.
La Fiscalía pedía, en cambio, que se le condenase a siete años de prisión, pero los jueces han aplicado finalmente las atenuantes “de anomalía psíquica y dilaciones indebidas”, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. También han descartado el delito de falsedad documental, que solicitaba las acusación pública.
Dos policías han sido acusados de cooperar con él
Junto al Pequeño Nicolás fueron también juzgados el cabo de la Policía Municipal de Madrid: Jorge G.H. y el policía municipal de Torrijos (Toledo) Carlos P.L.D., quienes acompañaron a Gómez Iglesias en su viaje a Ribadeo.
El primero ha sido condenado a tres años de cárcel por cohecho activo, así como al pago de una octava parte de las costas, mientras que ha resultado absuelto del resto de los delitos de los que se le acusaba. El segundo agente por su parte ha sido absuelto de la totalidad de las acusaciones.
Se presentó con un cargo inexistente
Sobre el viaje a Ribadeo en el verano de 2014, la sentencia cree que, "sin que conste el específico motivo por el cual llevó a cabo el acto", la finalidad era hacerse pasar por "una persona importante" y para ello concertó una entrevista con el empresario Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo, presidente de la empresa Alsa.
De este modo se presentó el 13 agosto ante el mencionado empresario "con el cargo -inexistente- de enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real".
Con todo, la sentencia declara probado que Gómez Iglesias "padece un trastorno de la personalidad con características narcisistas y de rasgos inmaduros, así como un trastorno adaptativo con sintomatología ansioso-depresiva, situación que le condicionaba la percepción de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas".