Novedades en el caso de Marin Eugen Sabau, el “pistolero de Tarragona”. Este martes, tras inédito debate jurídico que ha suscitado su petición a recibir la eutanasia, se conocía que Sabau está a un paso de poder morir dignamente. Los expertos de la Comisión de Garantía y Evaluación del Departamento de Salud de la Generalitat, que se encargan de estudiar las peticiones de eutanasia, han dado el último aval a la muerte asistida del exvigilante de seguridad que disparó contra tres de sus excompañeros de trabajo en Tarragona, hiriendo durante la fuga a dos Mossos d'Esquadra.
Esta comisión cree que el solicitante cumple todos los requisitos para recibir la muerte asistida: “sufrimiento grave, crónico e imposibilitante”. Por eso, al margen de la “polémica jurídica” que ha provocado el caso, la Generalitat da luz verde a la eutanasia, aunque será la Audiencia Provincial de Tarragona quien tenga la última palabra.
El jueves se conocerá la decisión de la Audiencia
De hecho, será este próximo jueves cuando la Audiencia deba pronunciarse al respecto. Aunque la decisión de la Comisión se alinea con la que han tomado hasta ahora los médicos del Hospital Penitenciario de Terrassa y también la juez instructora número 5 de Tarragona, cabe recordar que el proceso se paralizó tras los recursos de las víctimas.
En este sentido, los letrados de la acusación, en especial de la que ejerce el sindicato policial USPAC, en defensa de los dos agentes heridos, recurrieron la autorización médica sobre la eutanasia de Sabau, alegando una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción 5 desestimó paralizar el proceso, al entender que la ley de la eutanasia “no atribuye ninguna competencia al juez de instrucción para decidir sobre el proceso”.
Ante dicha negativa, el abogado José Antonio Bitos presentó otro recurso ante la Audiencia Provincial tarraconense, que se pronunciará al respecto este jueves. Por el momento, como ya lo hizo la juez instructora en primera instancia.
Versiones contradictorias
Con todo, la primera aprobación de la justicia adelantó una nueva declaración del acusado que se prestó a contestar a las preguntas de su abogado el pasado lunes 11 de julio. Los hizo por vía telemática y desde el Hospital Penitenciario de Terrassa, donde se encuentra desde su detención. En su exposición se aferró a que los agentes del Grupo Especial de Intervención (GEI) le dispararon sin antes intentar negociar con él.
Dicha declaración difiere radicalmente de la versión de la policía catalana, que aseguró en el momento de los hechos que los agentes del GEI tuvieron que dispararle tras efectuarse varios tiros cruzados, cuando se atrincheró en una casa abandonada en Riudoms (Tarragona). Los disparos que impactaron contra sus brazos y piernas fueran las causas de que Marin Eugen Sabau, de 46 años, sufriera una lesión medular y la amputación de una de sus piernas. Motivos en los que ampara su proceso de eutanasia.
El día de los hechos
Así pues, el pistolero de Tarragona, vecino de Alcover, entró el pasado 14 de diciembre en su antigua sede de Securitas en Tarragona, ubicada en la plaza del General Prim, y disfrazado con una gorra y una peluca abrió fuego contra sus excompañeros. Descerrajó varios tiros contra el gerente, que quedó en estado crítico. Después contra otro trabajador que intento frenarle y, finalmente, disparó también a la jefa de servicio. Eran las 11:15 de la mañana. Luego, huyó conduciendo su propio vehículo, un Citroën Xsara gris.
Los Mossos d’Esquadra rápidamente se movilizaron, poniendo en marcha un dispositivo “jaula” para evitar que huyera. En este contexto y en el marco de su huida, disparó también a un agente de los Mossos que le identificó en un control, hiriéndole en un brazo. Tras disparar contra los Mossos, Sabau condujo hasta una masía abandonada en Riudoms, a pocos kilómetros. Un vecino le advirtió y avisó a los Mossos. Fue entonces que el Grupo Especial de Intervención (GEI) montó el dispositivo que logró su detención.
Cinco homicidios en grado de tentativa
Con todo, Marin Eugen Sabau, además de los cinco homicidios en grado de tentativa, también está acusado de tenencia ilícita de armas y de atentar contra los agentes de la autoridad. Según la investigación de los Mossos d’Esquadra, el motivo del ataque fue que lo habían echado del trabajo.