Desde este lunes se celebra en la Audiencia de Madrid el juicio contra César Román Viruete, conocido como “El Rey del Cachopo”, por matar y descuartizar a su novia, Heidi Paz, en agosto de 2018.
A la entrada a los Juzgados, Román ha gritado ante la nube de periodistas que se agolpaban a las puertas de la Audiencia que espera poder demostrar su inocencia. "No existe una sola prueba en todo el sumario que vincule a César Román con el hallazgo de una mujer cuyos restos se encontraron en una nave dentro de una maleta", ha explicado su abogada en un comunicado emitido hace unos días. Román, que declarará el martes, tendrá hasta el 26 de mayo, fecha en la que está prevista que termine el juicio, para convencer al tribunal de su inocencia.
Señala a una red de narcotráfico
El empresario, que se hizo de oro con dos clásicos de la gastronomía asturiana, el cachopo y la sidra, y que llegó a regentar hasta cinco locales en Madrid, mantiene que no fue él quien acabó con la vida de la joven hondureña de 25 años, y madre de dos niños, para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 300.000 euros. Aunque ella fue la última pareja conocida de Román antes de desaparecer, siguiendo con lo declarado tras su detención, el hostelero sostiene que su expareja podría haber sido asesinada por unos narcotraficantes con quienes había contraído una deuda.
Descubierto por su jefa
Sin embargo, César Román fue arrestado tres meses después del hallazgo del cuerpo en un bar de Zaragoza. El famoso hostelero, que se encontraba en paradero desconocido, había cambiado de aspecto y se había refugiado en la cocina de “casa Gerardo” bajo el nombre falso de Rafael. Fue, de hecho, la propia dueña del local la que lo delató tras ver su imagen en televisión.
La Fiscalía pide 15 años de prisión para él y lo acusa de los delitos de homicidio y profanación de cadáver, con agravante de parentesco, y de cometer los hechos por motivos de género. La acusación particular, por su parte, solicita 26 años de prisión por el asesinato de Heidi.
Este lunes se ha llevado a término la elección de los nueve miembros que compondrán el jurado popular encargado de enjuiciar a Román, que declarará el martes para defender su inocencia.
Descuartizada en una maleta
Heidi, camarera en uno de los locales regentados por César Román, rompió la relación sentimental que mantenía con el empresario en el mes de junio de 2018. Por motivos que se desconocen, el 5 de agosto se vio con él en el domicilio del empresario. A partir de ese momento se les perdió la pista a los dos. Ocho días después, el 13 de agosto, la policía recibió un aviso alertando de un pequeño incendio en una nave industrial ubicada en el barrio madrileño de Usera. Durante el registro descubrieron una maleta. Dentro hallaron los restos de la joven hondureña, en concreto, un tronco al que le faltaban los senos.
El ministerio público cree que César Román asesinó a su exnovia la misma noche en la que ella volvió a la casa. Tras acabar con su vida la descuartizó y le extrajo los implantes de silicona del pecho con la intención de dificultar su identificación. De hecho, las extremidades y la cabeza tampoco han sido recuperadas. Después, metió el torso en la maleta y la trasladó en un taxi hasta la nave de Usera. La pequeña hoguera habría sido encendida para quemar los implantes, las joyas y los objetos personales de la chica. De entre el fuego, las autoridades recuperaron una fotocopia del pasaporte de Heidi junto a los dos implantes mamarios, que como bien sabía Román, llevaban un código numérico que permitiría conocer la identidad de la paciente a la que le habían sido colocados.
Él huyó a Zaragoza por las mismas fechas. Allí encontró trabajo y vivienda bajo una identidad falsa hasta que el 16 de noviembre de 2018 fue descubierto y detenido en su lugar de trabajo.