Dos de los condenados por abuso sexual a una menor en Manresa (Barcelona) en 2016, caso conocido como la ‹manada› de Manresa, no han comparecido este martes ante la Audiencia de Barcelona. El tribunal ya los había citado la semana pasada a una vista para determinar si tienen que ingresar en prisión preventiva, pese a que la sentencia aún no es firme, una cita a la que tampoco acudieron. Por este motivo, la Audiencia ha decretado una orden de búsqueda y captura contra Yordanis J. i Daniel R.
La sala todavía no ha resuelto la petición de prisión provisional que la Fiscalía había solicitado para los otros miembros del grupo condenados que sí que se han presentado a la vista. Fuentes de la defensa de Yordanis J. han asegurado que desconocen el paradero de éste, aunque afirman que recurrirán la emisión de la orden de búsqueda y captura por considerar que «no se ajusta a derecho».
Penas de ente 10 y 12 años
La Sección 22 de la Audiencia de Barcelona dictó penas de entre 10 y 12 años para los cinco jóvenes mayores de edad por la violación múltiple a una niña de 14 años en Manresa en 2016. Les condenó por delito de abuso sexual a menor, pese a que Fiscalía, al final del juicio, acusó por agresión sexual. Por este motivo, el Ministerio Público anunció que recurriría el fallo.
El tribunal justificó su resolución argumentando que los acusados no tuvieron que recurrir a la violencia ni a la intimidación porque la víctima estaba inconsciente tras haber injerido alcohol y marihuana. «Estaba en estado de inconsciencia, sin saber qué hacía y no hacía, y consecuentemente, sin poder determinarse y aceptar u oponerse a las relaciones sexuales que con ella mantuvieron la mayor parte de los procesados», subrayó la sentencia.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2016 durante un botellón organizado en una nave abandonada de Manresa. Un joven, amigo de la víctima, condujo a la menor a una caseta abandonada y, después de intentar forzarla, invitó a sus amigos a violarla por turnos. Un sexto hombre, de 37 años, que al parecer se estaba masturbando durante la violación, quedó absuelto del delito de omisión de auxilio después de que el tribunal considerase que no podía hacer nada para socorrer a la víctima, que acusó a sus agresores de haberla drogado, por lo que no recordaba todo lo que ocurrió.