El Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona, en funciones de guardia, recibió este domingo al individuo, de 46 años y nacionalidad marroquí, acusado de cometer al menos tres robos en distintos establecimientos de restauración donde, supuestamente, utilizaba sustancias sedantes para drogar a sus víctimas y cometer los delitos. La magistrada, tras escuchar su versión, acordó libertad provisional con comparecencias puntuales en el juzgado.
La causa, que sigue abierta por un delito de robo con violencia e intimidación, se inició tras la denuncia presentada por Lu, una camarera de nacionalidad china de Zona Franca a quien el acusado, presuntamente, drogó para saquear la caja registradora del establecimiento. Según las primeras diligencias practicadas en el marco de esta investigación, el detenido, ahora en libertad, sería el autor de al menos tres robos bajo el mismo modus operandi en Barcelona, Cornellà y Esplugues de Llobregat, donde tiene otras causas abiertas por estos mismos hechos. Fue detenido el pasado viernes en el Hospitalet cuando un agente de la Guardia Urbana fuera de servicio le reconoció paseando por la calle.
En el momento de la detención, los agentes de los Mossos que procedieron a identificarlo hallaron documentación de una de sus víctimas (Lu, la camarera de Zona Franca) y hasta seis potes de ansiolíticos y sedantes, que podrían corresponder a las sustancias vertidas en las bebidas de las víctimas.
Podría estar relacionado con otro caso en Valencia
Como confirmaron los Mossos a eltaquigrafo.com, la primera denuncia que recibieron se registró el pasado 17 de marzo procedente del bar de Zona Franca. Lu, sin embargo, no fue su primera víctima, pues los investigadores creen, y así lo están investigando, que este delincuente ya actuó del mismo modo en un bar de Mislata (Valencia) el pasado 2 de enero.
En el caso del bar de Lu, el primero del que se tuvo conocimiento, el individuo, ataviado con un chaleco gris y un polo amarillo fosforito, pidió un café y esperó una distracción de la camarera para verterle una sustancia blanquecina en la bebida de ella. Minutos después, la camarera cayó pálida en una esquina de la barra, momento en el que este individuo aprovechó para apoderarse de la recaudación del local y del efectivo que llevaba ella encima.
