La defensa de Tamara M.S., la acusada de estamparle un vaso de cristal al chaval que le metió mano en una discoteca, denuncia que la joven no tiene nada que ver con dicha agresión y que fue una tercera persona quien agredió al acusado de abusos sexuales
La sección 5ª de la Audiencia de Barcelona ha suspendido un juicio por falta de competencias, tras un “error material” cometido por la representante del Ministerio Fiscal. El procedimiento que se ha visto afectado hace referencia a unos hechos acaecidos en 2017, en los que se acusa a una joven, Tamara M.S., de un presunto delito de lesiones y a un chaval, Eric G., por presuntos abusos sexuales.
Un error material en el artículo citado
La fiscal, en su escrito de acusación, y con respecto al presunto delito de lesiones que se le imputa a Tamara M.S., ha corregido el artículo 150 del Código Penal, que prevé una pena de 3 a 6 años de prisión; y, en su lugar, ha citado los artículos 147 y 148.1, que suponen un máximo de 5 años, cuando se provocan lesiones con un objeto contundente sin que afecten a órganos vitales (como fue el caso).
De este modo, dada la pena máxima prevista por ley, la competencia para juzgar los hechos es un juzgado de lo Penal y no la Audiencia de Barcelona, que juzga casos con delitos que tienen sus penas máximas superiores a los 5 años.
La versión de la Fiscalía
Con todo, la Fiscalía pide 2 años de prisión, sin ninguna atenuante, para la joven; mientras que la acusación particular que defiende al chico lesionado reclama tres años. Por su lado, al tratarse de una causa con acusaciones cruzadas, Eric G., a su vez, está acusado de un delito de abusos sexuales por el que la fiscal le pide 15 meses de prisión y la defensa de ella (y también acusación particular) 18 meses.
Según la versión del Ministerio Fiscal, la noche de autos, la del 14 de octubre de 2017, en la discoteca Salamandra de L'Hospitalet de Llobregat, el acusado "para satisfacer sus impulsos sexuales puso la mano por debajo de la falda de la mujer" y ella lo apartó dándole un empujón. Después los dos iniciaron un forcejeo, y ella se defendió dándole a la cara con un vaso de cristal.
Esta acción le provocó a Eric G. una herida, por la que necesitó puntos de sutura y siete días impeditivos. Por su lado, ella sufrió erosiones y excoriación superficiales en las dos piernas y en el ámbito cervical, requiriendo de una primera asistencia facultativa.
Ella insiste en que no tuvo nada que ver
Sin embargo, la letrada de Tamara M.S. asegura que la versión de la joven es totalmente opuesta a este discurso, remarcando que ella no participó en la agresión, ni se defendió lanzándole un vaso en la cara. Según su relato de los hechos, Eric G. llevaba toda la noche increpándola, cuando en un momento dado le introdujo la mano por debajo de la falda. La joven se defendió con un empujón y el acusado, que iba visiblemente ebrio, la agarró fuertemente del cuello – provocándole esas erosiones en la zona cervical --.
Fue ante esta escena que varias personas que había alrededor se lanzaron sobre el joven, defendiendo a la chica, resultando él herido. Por lo tanto, según su versión de los hechos, su clienta no tuvo nada que ver con la herida que sufrió en la cara, pues ella cayó al suelo empujada por el tumulto de gente que se abalanzó sobre el también acusado. La letrada de Eric G., sin embargo, asevera que ella le agredió de la nada, sin ningún enfrentamiento previo.
Sin cámaras de seguridad
De este modo, el juicio ha quedado suspendido y ahora tendrán que ser los Juzgados de lo Penal de Barcelona quienes reciban la causa y busquen una fecha para la celebración de la vista oral. Según fuentes cercanas a dicho procedimiento, se esperan casi una veintena de testigos (entre amigos de él, de ella y trabajadores de la discoteca), además de peritos e investigadores de los Mossos d’Esquadra.
Con todo, se prevé una dificultad añadida dado que por causas que se desconocen el local no ha podido entregar las imágenes de las cámaras de vigilancia.
