El presunto asesino de su ex pareja y a su hija de tres años en 2020 no mostraba síntomas de trastorno mental horas después de los hechos.
R.D., acusado de matar a su ex pareja y a su hija de tres años en Esplugues de Llobregat (Barcelona) la noche de Reyes de 2020, ha esgrimido como principal argumento en su defensa un supuesto brote esquizofrénico. Sin embargo, el presunto feminicida no presentaba ningún síntoma de trastorno mental cuando fue detenido el mismo día de los hechos y ahora se enfrenta a la prisión permanente revisable.
El forense no certifica ningún trastorno mental
El juicio que se inició el pasado viernes con la declaración del acusado R.D.
Sin embargo, hoy en la segunda sesión ha declarado el médico psiquiatra que atendió al acusado aquella noche y ha afirmado que se le dio el alta psiquiátrica porque “no presentaba síntomas de que sufriera una enfermedad mental”. También ha añadido el especialista ante el jurado que el acusado “estaba consciente, orientado y su lenguaje era fluido. Tampoco oía voces”.
Esta declaración es totalmente contraria a lo explicado el pasado viernes por el acusado ante el tribunal, que, si bien reconoció haber matado a su expareja y a su hija, añadió que antes de hacerlo había caído en un estado de sueño, que no recordaba nada de lo que había hecho y que se trató de un brote de esquizofrenia.
Declaración de los testigos
En la segunda sesión del juicio por el doble asesinato celebrada este martes también se han podido escuchar la declaración de varios testigos, como las de las compañeras de trabajo de la víctima, a las que ella misma había contado que el acoso que sufrió por parte del acusado.
Las dos amigas, que eran compañeras de la víctima en la clínica Teknon de Barcelona donde las tres trabajaban como administrativas, han relatado que después de que la mujer rompiera su relación con el acusado en agosto de 2019, éste empezó a tener comportamientos de acoso como seguirla en alguna ocasión por la calle o espiarle el teléfono móvil.
Hackeó su móvil
Según las declaraciones de las testigos, la víctima, que ya sospechaba de que él hubiera hecho algo a su móvil porque el dispositivo “le hacía cosas raras”, confirmó sus sospechas un día en que abrió el ordenador de R.D y encontró en el dispositivo la aplicación WhatsApp abierta con todos los mensajes y conversaciones que ella mantenía. Fue así como el asesino se enteró de que su ex pareja había iniciado otra relación sentimental.
Además, han añadido que el acusado también accedía al móvil de la víctima de madrugada, en el piso donde convivían a pesar de la separación, y cuando ella le recriminaba ese comportamiento, “él le pedía perdón”.
El acusado, después de cometer los asesinatos la noche de Reyes de 2020, llamó a la policía, por lo que fue detenido por los Mossos d’Esquadra al poco rato y estos le llevaron al hospital porque se había autolesionado con un cuchillo en la muñeca y en el cuello.