Los hechos se remontan al 31 de enero de 2020; cuando, sin compasión y a bocajarro, Italo Augusto Andrade Silva, un joven brasileño de 23 años, ejecutó de varios disparos a quemarropa a dos chicas en la localidad de Córrego Ipanemao, en Brasil.
Bajo la sospecha de que las jóvenes -- con las que él y el otro acusado habían mantenido varios encuentros sexuales -- estaban vendiendo información comprometida a un grupo de narcotraficantes rivales, Andrade Silva y otro miembro de su grupo criminal decidieron matarlas sin miramiento alguno. Tras los hechos, el joven narcotraficante, considerado un individuo de extrema peligrosidad, fue detenido. No obstante, poco después quedó en libertad y fue entonces cuando huyó de su país y se escondió en España.
Ejecutadas a quemarropa
Según detalla el auto de extradición, al que ha tenido acceso eltaquigrafo.com, el día de los hechos, los dos acusados invitaron a las dos chicas a ir a un motel. Ambas acudieron a la cita convencidas de que mantendrían otro encuentro sexual con los jóvenes narcotraficantes. Sin embargo, en vez de ir a dicho establecimiento las condujeron hasta el bosque. Allí, descalzas y bajo la oscuridad de la noche, las obligaron a cruzar un riachuelo hasta llegar a un camino vecino, “donde fueron cruelmente ejecutadas a tiros”. Ambas fueron cosidas a tiros. Sus cuerpos presentaban múltiples disparos a quemarropa en el rostro, la nunca y la espalda.
“El delito se cometió con medios crueles, dada la multiplicidad de disparos y el terror infligido a las víctimas por los imputados cuando las llevaban a ejecutar en el bosque a plena noche (…) luego las posicionaron para ser eliminadas y les dispararon a quemarropa en la cara y en la espada: un modus operandi que revela una aterradora ejecución sumaria”, reza la sentencia brasileña.
Huyó a España aprovechando que quedó en libertad con cargos
A sangre fría las ejecutaron y dejaron sus cuerpos inertes abandonados en el bosque. Luego huyeron del lugar de los hechos, pero fueron captados por las cámaras de videovigilancia de la zona, siendo reconocidos como los autores del crimen por varios testigos que los vieron con las chicas justo antes de llevarlas al bosque. Poco después, Italo Augusto Andrade Silva y otros miembros de su misma organización quedaron detenidos por las autoridades de Brasil, acusados de varios delitos de narcotráfico.
No obstante, fue puesto en libertad con cargos. Momento en el que aprovechó para huir de su país y esconderse en España. Un mes después, en marzo de 2020, fue cuando se le relacionó directamente con el doble asesinato y se solicitó su ingreso en prisión. Pero ya era demasiado tarde. El juicio contra su persona se celebró en agosto de 2022 con su ausencia y fue condenado a 34 años de prisión.
Las autoridades brasileñas emitieron entonces una Orden internacional de Detención (OID) la cual se resolvió, junto con la colaboración de la Interpol, el pasado 13 de mayo de 2023, cuando fue localizado y detenido en España.
La Audiencia Nacional aprueba la extradición
Desde entonces ha permanecido en prisión provisional por orden del Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional. Finalmente, el pasado 10 de octubre se celebró la vista de extradición, acordándose la entrega del sospechoso a las autoridades brasileñas.
No obstante, los magistrados de la Sala Tercera señalan en su auto que se hace procede a la extradición con la condición de que "las autoridades de Brasil garanticen que el reclamado, si este así lo solicita, sea sometido a un nuevo juicio con su presencia y asistencia letrada puesto que la condena se le impuso en su ausencia".
De este modo, la Audiencia Nacional considera, una vez examinado el expediente, que se cumplen todos los requisitos necesarios para proceder a la extradición del reclamado por dos delitos de homicidio agravado según la legislación brasileña que, de acuerdo con el Código Penal de España, constituirían dos delitos de asesinato. El Tribunal considera que las deficiencias alegadas por la defensa no están sustentadas en elemento probatorio alguno.
