El homicida de Manresa golpeó y asfixió a su pareja por un ataque de celos

/ CME
photo_camera / CME

Según varios testigos, durante las horas previas a la muerte de la joven, que estaba embarazada, hubo mucha tensión entre la pareja. La víctima, incluso, llegó a comunicarle a una prima suya la idea de dormir fuera esa noche porque no estaba a gusto en casa

Nuevos datos muy reveladores sobre el trágico crimen machista de Manresa (Barcelona), que el pasado 6 de mayo se saldó con la vida de una mujer de 30 años, embarazada, a manos de su pareja.

Según se desprende del auto de prisión emitido por el Juzgado de violencia sobre la mujer de Manresa, el acusado golpeó a la joven en la cara y el abdomen en varias ocasiones, para luego asfixiarla hasta matarla. Los investigadores de los Mossos creen que la agresión se desencadenó por un ataque de celos, tras descubrir las intenciones de la víctima de querer volver con su expareja, amigo de ambos.

La noche empezó en casa de unos amigos

Los hechos sucedieron la madrugada de 6 de mayo, entre las 3.00 y las 3:30 horas, después de asistir a una fiesta en casa de unos amigos donde coincidieron: el acusado, la víctima y tres amigos más, entre los que estaba la expareja de ella. Según los testigos, estando en dicha fiesta, “había tensión entre la víctima y el detenido” y “parecía que a él le molestaba la presencia de ella”. Incluso, se indica, el acusado llegó a verbalizar en árabe que esa noche la iba a pasar en la cárcel.

La discusión empezó por un ataque de celos

Sobre las 23:00 horas, el acusado acompañó a su pareja, embarazada, hasta la vivienda en común en la calle Gaudí, para luego volver solo a la citada fiesta. Consta que cuando se marcharon se fueron gritando y discutiendo; discusión que, según los investigadores, estuvo motivada por los celos que el acusado sintió tras averiguar que su pareja quería volver con su ex.

En este sentido, el auto sostiene que “hay indicios muy fundamentados para creer que el investigado estuvo revisando el teléfono de la víctima y probablemente encontró una conversación de ella con su ex, en la que decía que le hubiese gustado quedarse más rato y también le decía ‘te amo’”.  Además, estando ya en casa, la joven llamó a una prima suya a quien le llegó a verbalizar la posibilidad de que se fuese a pasar la noche fuera de casa porque no estaba bien con su pareja. Esta prima fue la última persona que pudo hablar con la joven embarazada de cuatro meses.

Golpes en la cara y el abdomen

Después de esta conversación, que se produjo sobre las 3.00h de la madruga y que fue interrumpida por el acusado, la pareja inició, de nuevo, una discusión. A partir de ese momento, la hipótesis de los investigadores es que el detenido la agredió dándole varios golpes (constan traumatismos en la cabeza y el abdomen)” para finalmente asfixiarla, poniendo fin a su vida.

Tras ello, el acusado volvió a la fiesta en casa de los amigos, donde estaba la expareja de la víctima, manifestando que había dejado a la joven “borracha y durmiendo”. Afirmación que sorprendió a varios de los testigos que han asegurado que la víctima no bebió, ni consumió sustancias estupefacientes aquella noche. Los mismos testigos aseguraron a los investigadores que cuando el detenido regresó lo notaron muy nervioso, consumiendo varias rallas de cocaína él solo, y que no paraba de hablar en árabe con otro de los presentes.

El detenido amenazó a su amiga para que llamara al 112

Sobre las 6:30 horas, el investigado abandonó la fiesta con el amigo que también hablaba árabe. Ambos se fueron a la casa de la calle Gaudí, pero el detenido le dijo a su amigo que le esperara en la calle. Tomando un café, este amigo escuchó una conversación en árabe del detenido con su madre en la que le decía que “había hecho algo muy grave”.

Cuando llegaron a la vivienda, el detenido le dijo a este amigo que se había encontrado a su pareja en las escaleras del comedor y que mirara si tenía pulso. El amigo le dije que no tenía y entonces el investigado se puso agresivo, amenazándolo para que llamara al 112, alertando sobre que la joven presuntamente se había caído por las escaleras. De hecho, en la llamada al 112 se escucha de fondo la voz del acusado, indicándole al amigo lo que tenía que decir.

Los sanitarios ya detectaron incongruencias

 Los sanitarios que llegaron al domicilio ya detectaron algunas incongruencias, golpes que no cuadraban con una caída accidental, tampoco la posición en la que había quedado el cuerpo.

Paralelamente, “el médico forense de guardia también apreció que la causa probable de la muerte no era una caída por las escaleras, sino una asfixia mecánica, puesto que había marcas alrededor del cuello de la finada y además esta tenía restos de espuma en la boca, síntoma típico de las muertes por asfixia”. Sin embargo, se esperó a tener los resultados de la autopsia para verificar la causa de la muerte y detener a la pareja de la chica.

El detenido, en prisión, es una persona agresiva

Asimismo, los investigadores han tomado declaración al entorno de la víctima que han corroborado que el detenido es una persona agresiva, que agredía de manera habitual a la víctima, que incluso había llegado a tenerla retenida para evitar que la gente viera las marcas de violencia que él le había provocado”. Aun así, según informó el TSJC no había denuncias previas por violencia de género.

Con todo, este miércoles, el Juzgado de violencia sobre la mujer de Manresa ha decretado prisión provisional sin fianza para el detenido.

Comentarios