El gestor andorrano, Joan Besolí, imputado por blanqueo de capitales junto al expresidente del Barça, Sandro Rosell y que acaba de ser absuelto por la Audiencia Nacional, ha manifestado que “tras estos casi dos años de injusta prisión preventiva, quiero pasar página, mirar para adelante, aunque lo más duro es pensar que estas cosas puedan pasar”.
Justicia injusta
En una entrevista en exclusiva con eltaquigrafo.com, Besolí ha calificado de “manifiesta injusticia lo que se ha hecho con nosotros. Estos dos años de la cárcel han sido durísimos.
Sólo el apoyo de nuestras familias y el trabajo incansable de nuestros abogados nos mantenía fuerte el ánimo”.
Joan Besolí, a quien la fiscalía acusó (y la juez procesó) como supuesto testaferro de Rosell, ha tenido unas emotivas palabras para el expresidente del Barça, a quien le une una fuerte amistad y con quien ha compartido celda durante estos 600 días de prisión preventiva: “Gracias a Sandro me he podido mantener en pie. Nunca le agradeceré lo suficiente su apoyo y afecto”.
Besolí recibió en la cárcel, sólo dos días después de su detención, la trágica noticia de que su hijo de 20 años había quedado tetrapléjico en un accidente laboral. La juez Lamela no le concedió ni un solo permiso para poder ver su hijo en estos 600 días de reclusión.
Pasar página
“Me he vuelto una persona aun más sensible. Tengo las emociones a flor de piel, pero eso no evita que piense que, el trance por el que hemos pasado es de una enorme gravedad porque no es una novela, es la realidad… una realidad que le puede pasar a cualquiera”.
Besolí no se plantea hoy por hoy reclamar al estado por esos 600 días de cárcel injustificable. “Sólo quiero estar con mi familia y pasar página de una vez”.