El titular del juzgado de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, el juez Alejandro Abascal, que ha admitido a trámite la querella contra el directivo de Orfund, Manuel Terrén Parcerisas, por delitos contra la humanidad, de esclavitud, contra las personas en caso de conflicto armado y por pertenencia a organización criminal, tiene un especial interés en conocer si el exministro de finanzas andorrano Jordi Cinca tiene propiedades a su nombre o al nombre de personas próximas en España.
El juez tomó declaración el pasado lunes en calidad de testigos a Luis Bielsa, Joan Samarra, Manuel Terrén y Josep Lluís Buch, y centró buena parte de su interrogatorio en conocer el papel que jugó Jordi Cinca en toda la trama de lo que se conoce como diamantes de sangre, auspiciada mientras él fue director general de la compañía.
Además de preguntar a diversos testigos sobre si tienen o no conocimiento de las propiedades inmobiliarias o activos financieros de Cinca en España, de forma concreta, el juez y el fiscal, preguntaron a los testigos sobre en cuantas ocasiones Jordi Cinca había viajado a Liberia. El juez mostró un especial interés en esta cuestión, y además también les preguntó sobre la relación personal o profesional que habría tenido Cinca con Fernando Fernández Robledo, al que presuntamente se relaciona con el tráfico de armas.
En relación a Fernández Robledo, durante la declaración de alguno de los testigos, se citaron algunos documentos, básicamente correos electrónicos, donde Cinca se dirige a Robledo como “mi querido amigo”. Es precisamente en uno de esos correos electrónicos en concreto donde Cinca le recuerda a Fernández Robledo que le debe 250.000 de las antiguas pesetas por unas facturas de telefónica impagadas por el supuesto traficante.
Contabilidad paralela, blanqueo y financiación de grupos armados
El juez está analizando el contenido de las cuatro declaraciones para determinar contra quien dirige exactamente sus investigaciones criminales, bajo la base de unos indicios que se desprenden de la querella admitida a trámite: en la época en la que Jordi Cinca fue directivo Orfund pudo haber tenido una contabilidad paralela, en esa misma época Orfund pudo realizar prácticas constantes de blanqueo de capitales, el tráfico de oro y diamantes que se habría llevado a cabo bajo el paraguas de la compañía durante la dirección de Cinca pudo haber financiado grupos subversivos en Liberia y Sierra Leona.
Precisamente una de las cuestiones que la Audiencia Nacional también quiere analizar es si Cinca había desplegado un entramado empresarial en esos países africanos, con la ayuda de su hombre de confianza, Manuel Terrén y de los contactos de ambos en aquellos lugares, ya que en 2018 Cinca reconoció en sede judicial haber mantenido contactos en Liberia con Alhaji Sekou Fofana, uno de los señores de la guerra de aquel país y mano derecha de Charles Taylor, el que fuera presidente de Liberia y que más tarde sería condenado a 50 años de cárcel por crímenes de guerra llevados a cabo entre 1991 y 2002.