Juicio BPA: 3 meses de duro interrogatorio contra el exCEO de la entidad

Algunos de los acusados a su entrada en la Seu de la Justicia, en Andorra la Vella | Propia
photo_camera Algunos de los acusados a su entrada en la Seu de la Justicia, en Andorra la Vella | Propia
El juicio contra la cúpula de BPA se ha reanudado este martes, tras el parón de vacaciones. Se ha retomado con la declaración de Joan Pau Miquel. Durante esta primera sesión el dinero del controvertido Rafael Pallardó ha sido uno de los principales protagonistas.

Este martes, sobre las 9:30, con un poco de retraso sobre la hora prevista, se han retomado las sesiones del juicio por la primera de las causas de BPA. En este reinicio de la vista oral se ha reanudado la declaración de Joan Pau Miquel, que continúa respondiendo a preguntas del Fiscal General, Alfons Alberca

El interrogatorio del Ministerio Público andorrano ha puesto en cuestión, de nuevo, las controvertidas operaciones de intercambio de efectivo y su legalidad, concretamente aquellas operaciones que el propio Joan Pau Miquel hizo para sí y para clientes suyos. El exCEO ha defendido la legalidad de estas operaciones y el estricto cumplimiento normativo de todos aquellos protocolos de control y de trazabilidad que llevaban asociadas estas operaciones para identificarse sin ningún problema, poniendo de manifiesto, una vez más, que el banco nunca ocultó ninguna de sus actividades ni a nivel contable, ni al regulador, ni a los auditores. 

Momentos de tensión

En, al menos, dos ocasiones el presidente de la Sala, el magistrado Enric Anglada, ha instado a la Fiscalía a realizar las preguntas de forma clara y concisa, ya que esta estaba dando opiniones sobre sus propias preguntas en lo que, a protestas de algunos letrados, han denominado como informe de conclusiones en lugar de realizar preguntas directas que requirieran una explicación por parte de Joan Pau Miquel. 

El exCEO también ha recriminado que las preguntas de la Fiscalía no eran lo suficientemente claras, a lo que el tribunal ha respondido al acusado que se limitara a contestarlas o a no hacerlo, pero que había cuestiones que eran pertinentes y que podía responder si lo deseaba. 

Las cuentas de Rafael Pallardó

En la segunda parte de la sesión, la Fiscalía se ha centrado en los temas que atañen a Rafael Pallardó, cliente de la entidad. A Pallardó se le acusa de haber sido testaferro de la trama de Gao Ping y de canalizar parte del dinero de la organización china hacia sus cuentas en Andorra para posteriormente enviarlo al gigante asiático para pagar las mercancías que la trama de Gao Ping distribuía por diversos bazares salpicados por todo el territorio nacional. 

En este sentido, el Fiscal le recrimina al banco no haber investigado suficientemente a Gao Ping, persona a la que se relaciona con Rafael Pallardó, ni a aquellas otras con las que Pallardó tenía relaciones comerciales y que han resultado ser miembros o colaboradores del entramado que dirigía el magnate chino y que actualmente se investiga en la Audiencia Nacional en el conocido ‘caso Emperador’.   

El exCEO defiende sus actuaciones 

Joan Pau Miquel, por su lado, ha sido muy transparente dando multitud de detalles al respecto, indicando, en primer lugar, que las únicas cuentas que Pallardó tenía en Andorra iban a su nombre o al del padre y que nunca ningún ciudadano chino relacionado con todo este entramado tuvo jamás cuentas en BPA. El exCEO ha señalado, posteriormente, que los socios y contactos de Pallardó estaban plenamente identificados y también habían sido objeto de los mecanismos de control de la entidad. Además, el principal socio del problemático y controvertido Pallardó nunca fue imputado, ni investigado en la ‘operación Emperador’, por lo que a día de hoy sigue al margen de toda esta trama. 

El exdirector de la entidad también ha recriminado que la Fiscalía pretendiera criminalizar el hecho de que Pallardó mantuviese algún tipo de relación comercial con algunos de los ciudadanos chinos que hoy sí que están imputados en dicho ‘caso Emperador’. El acusado ha remarcado que ningún miembro del banco podía saber en 2008, 2009, 2010 o 2011 que estas personas, o incluso el propio Pallardó, terminarían imputadas en dicha macro causa que estalló en 2012.

Se pidió una auditoría externa 

En definitiva, la sesión ha terminado hablando de los mecanismos de diligencia empleados para identificar a los clientes y a sus posibles relaciones. A lo que Joan Pau Miquel ha vuelto a insistir que fueron los correctos y los marcados por la ley añadiendo que para reforzarlos el banco ordenó un informe de auditoría a KPMG para analizar las actividades y asegurarse que Pallardó no estaba implicado en ninguna actividad criminal en España. Sobre este informe se retomará la segunda sesión del juicio tras el periodo de vacaciones. 

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