Cuando se cumple una semana desde el inicio del juicio contra la extinta Banca Privada de Andorra (BPA), el tribunal que juzga la causa primera ha levantado la sesión de este lunes de forma anticipada. Así lo ha decidido el presidente de la sala, el juez Enric Anglada, después de que la defensa del exCEO de la entidad, Joan Pau Miquel, haya denotado la ausencia de varias actas que deberían haber sido incluidas en el sumario. Las actas en cuestión son las referentes a las reuniones anuales obligatorias, de acuerdo con la normativa nacional andorrana, en las que se reunían: el regulador andorrano (el INAF) la empresa auditora externa (KPMG) y la Dirección General del BPA.
Por normativa general, una vez al año, estas tres partes debían reunirse en una sesión preparada previamente, con un guión muy establecido, para analizar los temas generales del banco: el estado de las cuentas anuales, las auditorías y, por supuesto, los controles de prevención de blanqueo de capitales. De hecho, cabe recordar que la primera semana de la vista oral se centró, precisamente, en resumir, exponer y analizar la efectividad de dichos controles de prevención.
Sin embargo, y a pesar de la relevancia de dicha documentación por motivos obvios, las actas no fueron aportadas al sumario. No obstante, cuando se realizó la intervención de la BPA, las defensas, en concreto el letrado Jesús Jiménez, que representa a Joan Pau Miquel, solicitó al tribunal que pidiera al INAF las actas anuales de estas reuniones para poder acreditar que durante estos encuentros anuales nunca se habían dado incumplimientos de ningún tipo y siempre se habían desempeñado de conforme a la normativa. Y de no ser así, que se pudiese acreditar también lo contrario.
Sin embargo, esa documentación sí que existe
La petición de prueba de la defensa fue cursada por el tribunal directamente al INAF, obligándole a que presentara estas actas o, al menos, que diera una respuesta a esta petición. La respuesta que hoy se ha podido constatar en la vista fue que el INAF contestó al tribunal que no realizaban este tipo de actas y que, por lo tanto, no podría aportarlas porque dicha documentación no existía.
A los pocos minutos de debatir sobre este punto, Joan Pau Miquel ha localizado, dentro del extensísimo sumario, una de ellas. En el documento, como estaba previsto, aparecen los nombres de los miembros de la dirección general de BPA, los de KPMG y los del INAF presentes en dicha reunión. En él se acredita el buen funcionamiento de la entidad y entre otros puntos, no hay objeciones, ni amonestaciones por lo que al tema del blanqueo respecta.
¿Actuó el INAF de mala fe?
La existencia de esta acta viene a corroborar, no sólo que dicha documentación existe sino que lo que el INAF alegó en su momento es falso. Ante este hecho, el abogado defensor de Joan Pau Miquel ha realizado una protesta firme, alegando que la gravedad de estos hechos podrían suponer una ocultación y una obstrucción a la justicia por parte del organismo regulador. Es por ello que se ha solicitado la suspensión del juicio.
Esta petición ha sido secundada por otros abogados de las defensas por lo que el tribunal se ha visto obligado a retirarse para deliberar durante diez minutos y decidir si instaba una suspensión del juicio o continuaba con la vista prevista para este lunes. Tras la deliberación se ha decidido suspender la sesión del día de hoy anticipadamente y cursar un oficio al regulador nacional para que en el plazo máximo de 18 horas de contestación sobre la existencia de estas actas y las presente al tribunal.
Los asistentes bastante perplejos han abandonado la Sede de la Justicia antes de lo provisto a la espera de novedades. Este revés se resolverá previsiblemente este martes a las 9.00 horas de la mañana, cuando hayan vencido las 18 horas que el INAF tiene para responder y para aportar lo que crea conveniente.