Durante la segunda sesión dedicada al análisis del contenido hallado en los dispositivos móviles de los dos acusados y la víctima, el fiscal, Félix Martín, expuso tres posibles hipótesis relacionadas con el crimen ante los peritos de los Mossos d’Esquadra. El objetivo era que los expertos avalaran o desmintieran con sus datos objetivos alguna o algunas de las teorías presentadas.
En resumidas cuentas, las tres hipótesis acusan a Albert, por un lado, a Rosa por otro y a los dos de forma conjunta. A raíz de los datos obtenidos sobre los registros de llamadas entre ambos y las localizaciones GPS, según qué antenas de cobertura les daban servicio, los expertos pueden delimitar un camino (aproximado y nunca 100% veraz) sobre las trayectorias efectuadas por los acusados y la víctima y, de este modo, dar credibilidad o no a las premisas planteadas.
1. Pedro muere a manos de Rosa
La primera hipótesis planteada fue que Pedro Rodríguez murió sobre las 21.53 horas del lunes, 1 de mayo de 2017. A esa hora, Rosa Peral llamó a Albert López y mantuvieron una conversación que duró unos cinco minutos. Según la señal del móvil del acusado, éste no se desplazó hasta el domicilio de Rosa hasta las 02.00 horas de la madrugada, cuatro horas más tarde de la llamada. Según la señal del móvil de Rosa, a las 21.53, hacía menos de 20 minutos que habrían llegado a casa, tras pasar el día en Roda de Berà con los padres de ella.
Es por estas dos últimas informaciones, que los peritos de las pruebas electrónicas descartan que Pedro muriese a manos de Rosa en estas circunstancias. Además, hasta pasadas las 22.00 horas de esa noche, el teléfono de Pedro emitió mensajes tanto de Whatsapp como de correo electrónico. Aunque su teléfono no se detectó por las antenas de cobertura, puesto que podría estar usando la red local de wifi, se han recuperado dichas conversaciones de su teléfono móvil.
2. Pedro muere tras discutir con Albert
La segunda de las hipótesis expuestas este miércoles por el fiscal tenía que ver con la posibilidad de que, tras la llegada de Albert a la casa de Rosa Peral (cerca de las 03.00 horas de la madrugada), éste discutiera con la víctima en una reyerta que terminó con su muerte. Cabe destacar que los dos acusados hablaron a las 21.53 horas, pero que Albert López tardó cerca de cuatro horas en desplazarse hasta casa de Peral.
Este planteamiento no puede ni avalarse ni desmentirse puesto que los peritos carecen de información suficiente como para valorar esta teoría en un sentido u otro, ya que su labor se ha limitado a estudiar los movimientos —según los teléfonos móviles— de la víctima y los acusados, así como a revisar el contenido de conversaciones y llamadas con el objetivo de extraer una conclusión de todo ello. Aun así, no hallaron contenido como para acusar con pruebas incriminatorias a ninguno de los dos sospechosos.
3. Pedro muere tras un crimen premeditado
La tercera y última hipótesis tiene que ver con la teoría que avala y defiende la Fiscalía sobre que el crimen fue planeado y ejecutado por ambos. El representante del Ministerio Fiscal considera, del mismo modo que lo han hecho los expertos, que la llamada de las 21.53, de la que se desconoce el contenido, desencadenó toda una serie de hechos que llevaban semanas planeando.
Según esta versión, Rosa Peral habría drogado a su pareja, Pedro Rodríguez, para que éste cayera en un sueño profundo hasta la llegada de Albert, a las 03.00 de la madruga, momento en que ambos, presuntamente, lo mataron. Aunque ésta es la versión que defienden el fiscal y los peritos, tiene una laguna importante: no se ha podido demostrar que Rosa Peral, efectivamente, drogara a Pedro.
Los investigadores se basan en la manera como Pedro escribió sus mensajes a partir de las 22.11 horas del 1 de mayo para determinar que no era él quien escribía, pues podría estar ya «anestesiado».
Inacción telefónica durante la noche del crimen
Según han podido recoger los investigadores a raíz del estudio de tarificaciones de los teléfonos móviles de Rosa, Albert y Pedro, ninguno de ellos habría usado su teléfono móvil a partir de las 23.10 horas del 1 de mayo. Sus señales GPS rebotadas a las antenas cercanas que les daban cobertura, son conexiones de datos automáticas que las operadoras realizan sobre las antenas más próximas por espacios de tiempo determinados. Estas conexiones automáticas varían según la operadora a la que se esté adscrito, pero no indican que hubiese actividad.
Los tres teléfonos móviles pasan la noche en un espacio geográfico que, según las antenas que les daban conexión, podría ser compatible con la casa de Rosa Peral. Los tres dispositivos se conectaron de nuevo sobre las 10.00 horas de la mañana. Durante los días posteriores al crimen, como se ha ido relatando a lo largo del juicio, Albert visitó a Rosa en cuatro ocasiones; los días 2, 3, 4 y 6 por la noche, durmiendo en el sofá de su domicilio los tres últimos.
Lagunas en los relatos de las defensas
Los nuevos datos aportados por los peritos encargados de la pericial electrónica han dejado algunas lagunas en los relatos de los dos acusados, siendo, a partir de este jueves, el turno de sus defensas para intentar justificar o reconocer dichas lagunas. Con todo, existe un audio, hallado entre los 160 GB de información que los Mossos pudieron recuperar del móvil de Peral, que podría poner en un compromiso a los acusados. El mensaje tiene fecha del 19 de abril, pero no han podido concluir quien es el destinatario, aunque los investigadores apuntan a que se trata de Albert. Un día más tarde, el 20 de abril de 2017, Albert López adquirió el móvil de prepago. Además, a pesar de que la primera llamada registrada desde este dispositivo se realizó el 1 de mayo, se tiene constancia de que se intentó realizar otra desde este nuevo teléfono móvil a Rosa Peral, el mismo día de su adquisición. Este primer intento de contacto no consta en los registros de las antenas, presuntamente, porque el acusado no tenía cobertura en ese momento.
Todo borrado hasta el 12 de mayo
Otro dato que llamó la atención a los investigadores es que, en el móvil del acusado, los primeros chats registrados entre Rosa y Albert, a través de la aplicación WhatsApp, datan de fecha 12 de mayo de 2017. Todo lo anterior estaba borrado. En el caso de Rosa Peral, se pudieron recuperar conversaciones de Facebook y correo electrónico de fechas posteriores al 1 de mayo, pero el primer chat de WhastsApp registrado en el móvil de la acusada, data del 5 de mayo de 2017. En ambos casos, tras el crimen.
Aun así, cabe destacar, que toda la información que se ha podido recuperar ha sido gracias al vaciado de contenido del teléfono de Rosa Peral, ya que, del teléfono de Albert López, los investigadores no pudieron extraer prácticamente nada válido dado que todas sus aplicaciones requerían de contraseña, clave que jamás consiguieron.