La Sección 03 de la Audiencia de Barcelona, que juzga los hechos recogidos en el ‘caso Macedonia’, se ha quedado atónita con la declaración de un agente de la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d’Esquadra, que ha insinuado que otros agentes de su misma unidad habrían usurpado su número de TIP (Tarjeta de Identificación Profesional) para firmar unas transcripciones que él no realizó.
El agente delata a la DAI
La desafortunada declaración ha empezado cuando el letrado José María Fuster-Fabra le ha preguntado por una conversación clasificada como “no relevante” en la que un tal “Sardina” amenazaba de muerte a uno de los acusados, M. A. Crespo. El agente de asuntos internos ha dicho en medio del interrogatorio que no recordaba haber firmado ninguna transcripción. Que él se dedicaba a realizar seguimientos.
Sin embargo, el abogado le ha mostrado un informe, referente a la conversación con el “Sardina”, en el que aparecía su número TIP. Ha sido entonces cuando, visiblemente nervioso por el ajetreo de preguntas, ha declarado que “quizá utilizaron mi TIP para firmar esos informes, pero yo no recuerdo haber realizado ninguna transcripción”. Que son cosas “que a veces pasaban”.
“Todos lo hemos oído”
Fuster-Fabra, visiblemente estupefacto, ha dejado aquí su interrogatorio. A preguntas de otro letrado de la defensa, el agente ha querido disimular lo anteriormente declarado diciendo que “quizá realizó alguna transcripción muy puntual”, que no lo recordaba con exactitud. Como el interrogatorio se iba endureciendo, la magistrada ha cortado en seco a las defensas y ha matizado que “todos habían oído lo que había dicho”. El contenido ha quedado bastante claro: los agentes, presuntamente, habrían utilizado TIPS que no correspondían para firmar oficios sobre transcripciones, escuchas y seguimientos en el marco de la investigación ‘Macedonia’.
Si este apunte realmente fuese cierto, y los ex jefazos de la DAI hubieran utilizado los TIP de los agentes sin respetar la autoría de los oficios, estaríamos ante una grave error de procedimiento, muy reprobable y que, junto con la clasificación arbitraria de las escuchas, podría dejar en muy mal lugar a los agentes que realizaron dicha investigación.
Lo relevante y no relevante
En este sentido, conviene recordar que los agentes, responsables de analizar y clasificar las intervenciones telefónicas, desecharon cientos de conversaciones que beneficiaban directamente a los acusados y/o contextualizaban el resto de las llamadas que sí que se incorporaron como relevantes. Según aseguraron las defensas a lo largo de las dos primeras sesiones, los investigadores de la DAI se dejaron por transcribir 210 conversaciones, que consideraron “no relevantes”.
Preguntados por las razones objetivas que utilizaron para realizar esta clasificación, los testigos que han declarado hasta ahora no han sabido dar una respuesta uniforme y clara.