Los miembros del jurado popular que se ha encargado de decidir sobre la inocencia o la culpabilidad de John Musetescu Weber han descartado que este joven de origen sueco padezca cualquier tipo de enfermedad mental que pueda atenuar su condena
Los miembros del jurado popular que se ha encargado de decidir sobre la inocencia o la culpabilidad de John Musetescu Weber han tardado poco menos de dos días en completar su veredicto. Por unanimidad, las nueve personas que lo componen han declarado a este joven de origen sueco culpable de matar a tres personas la tarde en Barcelona la tarde del 20 de enero de 2020.
Acogiéndose a la versión del Ministerio Fiscal, el jurado popular ha descartado que el acusado tuviera alteradas sus capacidades volitivas y cognitivas por una enfermedad mental o por el consumo de drogas. De este modo, rechazan cualquier atenuante o eximente que le permita rebajar la pena.
De hecho, y a pesar de las múltiples pruebas que existen en su contra, él mismo se negó a declarar alegando que se trataba de un “juicio falso”, sin hacer mención alguna a una posible alteración por sus problemas ansioso-depresivos o la adicción que tenía a las benzodiacepinas y a la cocaína.
Hechos probados para el jurado popular
Así pues, según el jurado popular, la tarde del 20 de enero de 2020, John Musetescu Weber, de 29 años en el momento de los hechos, mató a tres personas en el transcurso de una hora, entre las 15.00h y las 16.00h. El primer crimen lo perpetró en un piso de la calle Portal Nou, cerca de Arc de Triomf. El acusado se encontraba en casa de Héctor Núñez, a quien conoció una semana antes, y por motivos que no han podido detallarse, Musetescu le asestó 254 puñaladas y lo asfixió.
El jurado señala que causó un “sufrimiento innecesario” a la víctima, que no tuvo oportunidad de defenderse. Musetescu prendió fuego a la vivienda para deshacerse del cadáver y saltó a la calle desde el balcón. Varios vecinos, alertados por el humo, grabaron la huida del acusado, ubicándolo en el lugar y hora de los hechos.
Su ruta criminal se saldó con al vida de tres personas
Durante su recorrido criminal, el acusado se topó seguidamente con Concepción Rosa Díaz, de 77 años, en un portal de la calle Arc de Sant Vicenç. Musetescu la empujó por las escaleras y la estranguló con sus manos hasta provocarle la muerte, tras lo cual le sustrajo varios objetos personales, entre ellos la cartera, el teléfono móvil, el reloj y las llaves.
El acusado huyó y a la altura de la calle Montcada núm. 11 robó una motocicleta a la persona que la conducía. Acto seguido intentó, aunque sin éxito, atracar un establecimiento de la calle Paradís de Barcelona. Sin embargo, los trabajadores del local lo impidieron y no tuvo otro remedio que marcharse corriendo del lugar.
Esta espiral de crímenes finalizó una hora después de su inicio, sobre las 16.00h, en los aledaños más inmediatos de la plaza de Sant Jaume, donde el presunto asesino abordó a David Caminada, periodista y empleado municipal, intentando sustraerle una bolsa que portaba. Al no conseguirlo, le asestó dos puñaladas en el pecho que terminaron con su vida dos días después.
Ni enfermo, ni drogado
Una de las claves del juicio era determinar si Musetescu actuó con sus facultades cognitivas y volitivas anuladas o alteradas. El hombre, que ahora tiene 32 años, sufrió episodios de depresión y ansiedad en Suecia, su país de origen, desde al menos 2017 y consta un historial médico-psiquiátrico en ese país. Los forenses que han analizado el caso, sin embargo, determinaron que no padece ninguna enfermedad mental grave que altere su percepción de la realidad.
En sede judicial, los peritos comentaron que ha sido muy difícil poder analizar al acusado que reaccionaba siempre de forma violenta. No obstante, dado su historial y lo que han podido hablar con él determinaron que, al margen de una personalidad antisocial, el acusado no sufre de ningún trastorno que le impidiese diferenciar la realidad de sus paranoias.
Además, el jurado tampoco compra la idea, sostenida por la defensa, de que tuvo totalmente anulada su capacidad por el consumo de drogas.
Se enfrenta a 95 años de prisión
Así pues, tras la lectura del veredicto, el caso queda visto para sentencia y ahora será el tribunal profesional quien fije la pena que el acusado debe cumplir. En este sentido, cabe recordar que el Ministerio Fiscal pide una condena de 95 años de prisión por los dos primeros asesinatos, por el homicidio del tercero, además de por el incendio y las lesiones que causó a otras personas durante su ruta criminal por el centro de Barcelona.