La Audiencia Nacional ha absuelto al expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell tras pasar 643 días en prisión preventiva. Asimismo, han sido absueltos los otros cinco acusados de blanquear comisiones por los derechos de audiovisuales de 24 partidos de la selección brasileña de fútbol y un contrato de esponsorización con Nike.
La Sala entiende que después de valorar las pruebas practicadas en el juicio no se han podido acreditar las acusaciones y, por tanto, ante las dudas sembradas, debe primar el principio de in dubio pro reo (en caso duda falla a favor del acusado).
Ha habido absolución. Pero los letrados, Pau Molins y Andrés Maluenda, abogados de Rosell y el resto de los acusados, consideran que la prisión preventiva a la que estuvieron sujetos Rosell y Besolí fue "abusiva y desproporcionada", por lo que estudiarán, "si ha habido un mal funcionamiento de la administración de justicia por parte de la instructora” la solicitud de eventuales responsabilidades.
A la espera de la sentencia firme
Maluenda explicó este miércoles en una rueda de prensa, que todavía no cuentan con la resolución firme, por lo que desconocen los motivos y los detalles de la absolución, si bien sabían “desde el primer momento” que Rosell era “inocente”.
Al mismo tiempo, llamó a la reflexión por la prisión preventiva por la que ha tenido que pasar. “No es habitual que una persona quede absuelta después de 21 meses en la cárcel. Mañana tocará reflexionar, ver qué es lo que tenemos que hacer y ver qué ha pasado”.
La absolución es especialmente relevante y a la vez sorprendente a la vista de la especial inflexibilidad que ejerció la magistrada Carmen Lamela durante la instrucción de la causa, hasta el punto de denegar todas las peticiones de libertad provisional de Sandro Rosell, así como las de su socio Joan Besolí, hasta en 5 ocasiones. A Besolí, además, le rechazaron poder salir de prisión para visitar a su hijo tras quedar parapléjico en un accidente de tráfico.
La investigación se inició a petición de la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York sobre la participación de funcionarios de la FIFA en actividades delictivas y ante las sospechas de que estos hubieran recibido millones de dólares en comisiones clandestinas y sobornos vehiculados a través de empresas de medios de comunicación y de marketing deportivo, entre otras, las de Sandro Rosell.