La juez rechaza imputar a los tres nuevos sospechosos del asesinato de Helena Jubany

Helena Jubany  /   Imagen cedida
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La titular del Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell ha desestimado a solicitud formulada por la familia de Helena Jubany de imputar a tres nuevos sospechosos por el asesinato de la joven en diciembre de 2001

La titular del Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell (Barcelona) ha rechazado este jueves la solicitud presentada por la familia de Helena Jubany para investigar a tres nuevos sospechosos del crimen, tras el análisis del disco duro del ordenador de la bibliotecaria (cuyo contenido publicó este medio en exclusiva).

No hay indicios suficientes, según la juez

A principios de esta misma semana trascendió que la acusación particular había reclamado imputar a tres personas por su presunta relación con el asesinato de la joven de 21 años el 2 de diciembre de 2001. Sin embargo, la juez desestima dicha petición y matiza en el auto que sobre dos de ellos no hay “ningún elemento que les vincule” con los motivos que llevaron a reabrir la investigación a principios de este pasado verano y, ni tampoco, indicio alguno que les vinculen directamente con el crimen.

En este sentido, cabe recordar que el caso se reabrió para el análisis concreto de las conversaciones que se encontraron en el disco duro del ordenador de Helena, y que arrojaban que había sufrido acoso por parte de un tercero. Con respecto al tercer nuevo sospechoso, relacionado directamente con el contenido extraído del ordenador de Jubany, la magistrada sigue sin contemplar pruebas suficientes.

Hasta el momento, reza el escrito, no consta ningún indicio que vincule los mensajes del chat con el asesinato. Sin embargo, el contenido confirmó que Helena Jubany, pocos meses antes de ser asesinada, no solo recibió sospechosas cartas manuscritas, sino que fue acosada telemáticamente.

Jubany tenía un acosador: ‘Rius Kant’

Jubany, que combinaba su trabajo como bibliotecaria con sus estudios a distancia a través de la UOC, era una usuaria habitual del chat de la Universidad. En él, alumnos de distintas carreras podían chatear de forma grupal o privadaElla era conocida como “Lenn” o “MaGata”, y a través de este canal entabló amistad con varios alumnos. Jordi J. (“Theatered”) y Clara R. (“Dowager”) fue con los dos con los que llegó a tener más confianza. Tanta que, incluso, les manifestó que un tal “Rius Kant” – otro usuario del chat – había empezado a acosarla. “No lo conozco de nada. Ha empezado a preguntar por mí a gente que conozco. Se sabe mi currículum de memoria y no sé ni de dónde lo ha sacado”, le llegó a manifestar la joven Helena a Jordi J.

Ella era consciente de que este usuario anónimo (antes apodado con otro nickname, “Friulin”) la perseguía por los chats. Al parecer, preguntaba constantemente por ella a otros alumnosse interesaba en conocer su vida personal y llegó a suplantar su identidad. La prueba de ello se obtiene de la declaración policial de Clara R. y del análisis de sus conversaciones con la joven bibliotecaria, donde la propia “Dowager” le reconoce que el tal “Rius Kant” se había hecho pasar por ella días atrás. Es más, en sede policial, Clara R. recordó que, tras descubrir el engaño, el usuario anónimo que utilizaba el nickname de Helena Jubany le llegó a espetar que “todo era parte de un juego”.

El análisis de las conversaciones por el chat de la UOC también evidencia que el acoso virtual coincide en el tiempo con la recepción de las cartas anónimas que recibió Helena Jubany poco antes de morir.

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